La cuarentena, las prácticas en casa y la idolatría a Haedo: Benjamín Aceval y el deseo de enfrentar a Cerro Porteño

El covid-19 generó una crisis en el fútbol. No hay competiciones, salvo excepciones. En Paraguay, la pandemia afecta con mayor fuerza a los futbolistas de las categorías semiprofesionales aunque en el Benjamín Aceval de Villa Hayes, los jugadores reciben una ayuda económica del club mientras entrenan en sus respectivos domicilios y mantienen un enorme anhelo: enfrentar a Cerro Porteño en la Copa Paraguay.

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Experiencia, juventud, ansiedad e ilusión. Características que reinan en un plantel de jugadores que guardan la esperanza de volver a jugar. Mientras tanto, entrenan en sus casas durante la cuarentena. Cuatro futbolistas de un humilde club de Villa Hayes conversan con ABC. Desean que termine la pandemia del covid-19, que el fútbol regrese porque el destino o la fortuna los dejó cara a cara con el partido, para algunos, más importante de sus vidas. La Copa Paraguay sorteó los 32avos de final y en una de sus llaves, cruzó al Benjamín Aceval con Cerro Porteño.

Rolando Renaut, Benjamín Aceval.
Rolando Renaut, ex12 deOctubre y Olimpia, durante un juego de Benjamín Aceval.

El Decano Chaqueño milita en la Primera C, la última categoría del fútbol nacional, pero cuenta con jugadores que compitieron en la Primera División. Y vaya particularidad, dos de ellos vistieron la camiseta de Olimpia y saben lo que significa enfrentar al Ciclón. Así, Rolando Renaut (jugó en el Decano en 2007) y Osvaldo Arguello (llegó al Franjeado en 2013) se convierten en voces autorizadas para motivar y aconsejar al resto de sus compañeros ante el posible duelo, que hoy está en duda,al igual que el resto del certamen, por la enfermedad del nuevo coronavirus.

“Jugar contra clubes de esta categoría de por sí te genera motivación. Ya me tocó jugar contra Cerro y se lo que se siente. Creo que mis compañeros también están motivados y con muchas ganas de mostrarse porque hay jóvenes con condiciones de sobresalir y jugar en equipos de primera. Esta es la oportunidad de mostrarse y que clubes de primera se fijen en ellos”, cuenta Renaut. “Motiva bastante por muchas cosas, principalmente porque es uno de los grandes. Además, el futbolista en lo personal siempre se motiva el doble por lo que genera jugar contra Cerro. Hubo casos de jugadores que hicieron buen partido en la Copa Paraguay y dieron el paso a primera o consiguieron un mejor futuro. Cuando se supo que jugábamos contra Cerro la motivación empezó a ser otra en el club”, expresa Arguello.

Osvaldo Arguello, Benjamín Aceval.
Osvaldo Arguello (d) durante el festejo de gol en Benjamín Aceval de Villa Hayes.

Y entre quiénes escuchan los antecedentes, las indicaciones o recomendaciones de los grandes están Diego Gregor (arquero de 24 años) y Kevin Quiñónez (volante de 23 años). “En lo personal es poder cumplir un sueño: tener a tus ídolos muy cerca es increíble. Creo que mis demás compañeros también están entusiasmados y no solo yo”, señala el primero, oriundo de la localidad sampedrana de General Aquino. “En lo personal es muy importante por que es una buena vidriera para demostrar todas mis cualidades y también la de mis compañeros ya que es un compromiso que será televisado. Es un orgullo para mi jugar contra un club muy grande como Cerro Porteño, el club de mis amores”, apunta el segundo.

Los cuatro protagonistas cumplen con las medidas de aislamiento, pero admiten que no es fácil sostenerse económicamente a causa de la crisis generada por el covid-19. A pesar de no tener competencia, el club apoya los futbolistas del plantel y a finales de marzo, abonó parte de los salarios como una ayuda, principalmente para aquellos que viven del fútbol. “Así no tenemos chances de pelear por premios de los partidos y cosas que podíamos cobrar. De esta manera es lo que más afecta”, admite Renaut, quien también es docente y tiene otro ingreso. “Tengo trabajo como docente a la par que juego. Mi esposa también tiene un buen empleo y así vamos superando. Es difícil la situación para nosotros los jugadores y más porque se está alargando el parate”, agrega a ABC.

Kevin Quiñónez, Benjamín Aceval.
Kevin Quiñónez (i) busca ganar la posición durante un partido de Benjamín Aceval.

Por su lado, Quiñonez menciona que cuando no hay actividad deportiva, acompaña a su padre en la albañilería, pero la situación ahora es muy simular al fútbol: “Trabajo con mi padre como albañil en mi tiempo libre, pero el tema está complicado ahora. Tenemos que resguardarnos en casa”. También está sin trabajo Gregor. “Prácticamente nos quedamos sin trabajo, pero estamos sobre levando bien. Trabajaba en un complejo de cancha sintética y por la pandemia también cerraron. Fueron los primero lugares afectados por la cantidad de gente que aglomeraba”, afirma.

Pero la crisis no descarrila a ninguno de los cuatro, y el resto de la plantilla, del sueño de enfrentar al Ciclón. Es más, les gustaría jugar y dar un batacazo en la mismísima Nueva Olla. “Tenemos con que dar pelea. Dios nos puso este partido en el camino y depende de nosotros. Somos once contra once dentro de la cancha. Nos vamos a preparar lo mejor que se pueda para darle pelea a Cerro”, anuncia Osvaldo Arguello, que tiene un antecedente en el majestuoso estadio cuando defendía los colores de Independiente de Campo Grande. Otro que visitó el General Pablo Rojas fue Renaut, quien no solo jugó sino que marcó. “Tuve la oportunidad de marcarle a Cerro un gol en la Olla vieja. Cuando eso fue con el 12 de Octubre y fue lo máximo”, admite.

Diego Gregor, Benjamín Aceval.
Diego Gregor cumple la cuarentena y entrena en su domicilio.

Además de la oportunidad de enfrentar a Cerro Porteño, de estar a la vista de todos, de anhelar disputar el duelo en la Nueva Olla, hay otro factor que enorgullece a los cuatro: enfrentar a Nelson Haedo Valdez, a quien idolatran. “Mi ídolo es Nelson Haedo por lo que logró como profesional. Empezó de abajo, de cero y logró todo. Es un excelente profesional y un ejemplo de que si se quiere, se dedica y se sacrifica todo se puede”, subraya Renaut; “Nelson Haedo Valdez es mi ídolo por todo lo que representa en Cerro ahora mismo. Crecí viéndolo jugar en la selección paraguaya. Es entrega y amor propio a la camiseta”, expresa Gregor; “Haedo, por la entrega y el corazón que le pone. Muchas veces quizás no sale nada, pero ganas no le falta y siempre pelea. Me tocó jugar contra él y lo comprobé. En la cancha el tipo pelea todas”, revela Arguello; “Nelson Haedo Valdez es mi ídolo personal por la garra y el corazón que pone en cada compromiso. Si me toca enfrentarlo, antes del comienzo ya le pido la camiseta”, culmina, entre risas, Quiñónez.

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