“No tendría que considerarse una minitemporada, sino días de adaptación. Una semana sería perfecta porque no estamos de vacaciones y seguimos moviéndonos, lo cual es una ventaja”, señaló a Efe el jugador de 30 años.
El torneo mexicano fue detenido hace dos semanas por la COVID-19. Eso obligó a los equipos a enviar a sus futbolistas a su casa para evitar el contagio del virus y Rodríguez explicó que en el caso del San Luis, sucursal mexicana del Atlético de Madrid, llevan un plan de trabajo específico y deben rendir cuentas.
“Mientras todo mejora, nosotros tratamos de corregir errores viendo videos de partidos. Hay acciones específicas que nos dieron y revisamos la cantidad de toques de balón, tiempos y condiciones. Al final del día tenemos que mandar un reporte”, reveló.
Aunque entiende que es una buena decisión tomar medidas para evitar la propagación del virus, Rodríguez reconoció que es un sentimiento raro estar alejado de la gente porque en el fútbol eso es fundamental.
“Duele porque además de todo, nosotros nos debemos a la gente, los aficionados buscan una fotografía o autógrafo y es una parte de ilusión que se rompe con todo esto, en particular con los niños. Es duro guardar distancia con la sociedad”, aseguró.