“Quiero dar alegrías a los hinchas. Voy a dar lo máximo como jugador”, señaló en su primera rueda de prensa con la camiseta albinegra, en el estadio Nilton Santos de Río de Janeiro.
El futbolista nipón de 33 años desveló que también tenía “algunas ofertas de Europa y Asia” y que no “fue fácil decidir”, pero que al final se decantó por el conjunto carioca porque pensó que era lo mejor para él y su familia.
Honda, que se encontraba libre y ha jugado en clubes como el CSKA de Moscú, Milan italiano, Pachuca mexicano o el Vitesse holandés, su último equipo, es el principal refuerzo del Botafogo para esta temporada. Firmó un contrato hasta final de año, pero con una polémica cláusula que le permite abandonar el club tras los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
“Es una opción que pusimos en el contrato”, pero “estoy aquí, concentrado en jugar con el Botafogo, no pienso en esa opción ahora. Quiero quedarme aquí el mayor tiempo posible”, aseguró.
Con el dorsal 4 a la espalda, Honda se dio un auténtico baño de masas en el estadio Nilton Santos, el segundo en menos de 24 horas, tras la calurosa recepción que tuvo la víspera a su llegada en el aeropuerto internacional de Río, donde acudieron unos 2.000 hinchas. “Me llevé una sorpresa al ver a tanta gente y tanta pasión. Nunca sentí eso en mi carrera”, aseguró para recordar después que vivió algo parecido cuando fichó por el Milan.
Preguntado sobre la sequía de títulos y el mal desempeño del equipo en las últimas temporadas -en 2019 el Botafogo luchó por no descender-, Honda dijo que es una “gran oportunidad” para él y para todos y una motivación extra para revertir esa situación. “Quiero contribuir con mi experiencia. Claro que no tengo la experiencia de (Clarence) Seedorf (que también jugó en el Botafogo), pero también puedo ayudar al club. Es un momento que para que nos desafiemos todos”, manifestó.