“Paro. Ya estaba consensuado con los médicos y con el club. Mi cuerpo no aguantaba más. Los dolores eran mayores que el placer”, dijo Hélio Herminio Zampier Neto, de 34 años, en una entrevista concedida al portal Globoesporte.
Neto fue el último de los seis sobrevivientes en ser rescatado del avión en el que viajaba la expedición del Chapecoense para disputar la final de la Copa Sudamericana en Medellín y que se estrelló la noche del 28 de noviembre de 2016 a pocos kilómetros del aeropuerto de esa ciudad colombiana, causando la muerte de 71 personas, 19 de ellas futbolistas del club brasileño, así como de la mayor parte de su dirección.
Neto permaneció dos semanas hospitalizado en Colombia antes de regresar a Brasil, donde tras un proceso de recuperación logró volver a los entrenamientos en marzo de este año, aunque no llegó a jugar oficialmente. Junto a Neto, sobrevivieron el portero Jakson Follmann, quien perdió una pierna, el lateral Alan Ruschel, quien juega en el Goiás de la Serie A brasileña, el periodista Rafael Henzel, fallecido en marzo de este año tras sufrir un infarto y dos tripulantes del avión.
Pese a perder a casi toda su plantilla, el Chapecoense logró reestructurarse y mantenerse en la máxima categoría del fútbol brasileño en 2017 y 2018, aunque este año finalizó penúltimo, a siete puntos de la salvación, y fue uno de los cuatro equipos que descendieron a la Serie B.