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Libertad se consagró como el mejor de la Copa Paraguay este miércoles al imponerse con autoridad a Guaraní. En una jornada salpicada por algunas gotas antes del partido, el Gumarelo impidió el bicampeonato del rival y se alzó con su primera copa.
El duelo arrancó dinámico, interesante. El elenco repollero sacó leve ventaja a partir de la posesión de la pelota frente a un cuadro aurinegro que también buscó imponer su fútbol con el transcurrir de los minutos.
El videoarbitraje, que se estrenaba en una competición organizada por la Asociación Paraguaya de Fútbol, tuvo su primera intervención ya a los 2’, para ratificar la decisión que tomaron los jueces en cancha, que anularon el gol de Antonio Bareiro.
El Demonio fue el hombre más peligroso de la ofensiva de Libertad. Mientras que Guaraní, con base en su juego asociado, logró llevar peligro a la portería de Martín Silva. El buen momento del campeón defensor se evidenció al llegar al primer cuarto de hora, cuando consiguió instalarse en terreno rival aunque no aprovechó los tiros de esquinas sucesivos.
Adrián Martínez avisó a los 23’. El jugador repollero ganó las espaldas de los defensores aurinegros y quedó mano a mano con Ignacio Don. No obstante, su remate pegó en el poste y se perdió afuera. El interesante encuentro se quebró a los 41’, a través de Martínez.
Los dirigidos por José Chamot recuperaron el balón e hilaron la jugada que se concluyó con la definición de Maravilla. El primer tiempo se marchó con este marcador, y en el complemento, Guaraní intentó reaccionar y se acercó al empate. Claudio Aquino contó con dos chances: en la primera, segundos después del inicio de la etapa final, pateó el aire; en la segunda, a los 50’, Silva desvió su tiro.
El portero gumarelo fue clave, no solo para mantener la ventaja sino para ampliarla, ya que de un saque largo a los 51’, llegó el segundo, nuevamente por intermedio de Martínez. Guaraní sintió el golpe, Gustavo Costas movió sus piezas pero el equipo que volvió a festejar un gol fue el de Tuyucuá.
A los 66’, una suma de errores le permitieron extender la diferencia a Bareiro. Un balón largo de Silva desacomodó a la defensa aurinegra. Don salió mal y dejó desprotegida su portería, mientras que Hernán Lopes pidió al querer despejar. El balón quedó servido y el Demonio no desperdició. El 3-0 fue contundente.
Al Indio se le hizo eterno el tiempo restante. Cerca del final, Éber Aquino sancionó un penal, por una supuesta mano de Cristian Riveros, a favor del primer campeón. No obstante, tras un chequeo VAR, se rectificó. Libertad, guiado por un Bareiro inspirado y un Martínez encendido, levantó su primera Copa Paraguay.