Era el 19 de octubre cuando el Nápoles sumó su último triunfo liguero, con un 2-0 ante el Hellas Verona. Luego, sólo registró cuatro empates y dos derrotas y bajó hasta la séptima posición, a 16 puntos de distancia del líder Inter.
Tras dar señales de mejoría el miércoles con el empate cosechado en Anfield contra el Liverpool campeón de Europa, los hombres de Carlo Ancelotti volvieron a tropezar en liga, pese a adelantarse gracias a un gol al borde del descanso de Llorente. En la reanudación, a pesar de tener muchas oportunidades de gol, el Nápoles no sentenció el partido y fue remontado con goles del danés Andreas Skov Olsen (m.58) y de Nicola Sansone (m.80).
El Nápoles se lanzó al ataque en busca de al menos un punto y marcó en el último minuto del añadido gracias a Llorente, pero su diana fue anulada por una milimétrica posición de fuera de juego. Tras salir con el objetivo de pelear hasta el final por el título, los napolitanos podrían quedarse a siete puntos de la zona de Liga de Campeones, si Roma o Cagliari ganan a Verona y Sampdoria, respectivamente.