La efectividad de Ben Yedder, que marcó por quinta jornada consecutiva, decantó a favor de los monegascos un encuentro en el que los de Leonardo Jardim no dudaron en ceder desde el principio la posesión del balón a los locales.
Un planteamiento que quedó claro desde la alineación, tras la decisión de Jardim de dejar en el banco al centrocampista español Cesc Fábregas. El preparador portugués tenía claro que la clave para derrotar al Nantes, que hasta ahora sólo había cedido un empate en su casa, pasaba por sorprender al contragolpe.
Lo consiguió a los 22 minutos con un pase en profundidad del ruso Aleksandr Golovin que Ben Yedder, que hasta entonces apenas había entrado en contacto con el balón, convirtió en el 0-1 con un violento derechazo.
Por su parte el Nantes no tuvo efectividad y pudo sufrir una derrota más abultada de no ser por el videoarbitraje, que dejó sin validez a los 60 minutos un nuevo gol de Ben Yedder, tras estimar un fuera de juego una acción precedente.