Cargando...
La eliminación de la Copa Paraguay fue otro punto negativo en el historial de Sportivo Luqueño en la temporada. El Auriazul está último en el campeonato, décimo en la tabla de promedios (cerca del descenso), tiene al cuarto entrenador en diez meses y lleva más de un año sin jugar en el Feliciano Cáceres. Todo mal para un equipo que en las últimas nueve jornadas peleará por la permanencia.
El momento generó nuevamente la manifestación de la oposición (Movimiento República de Luque), que solicitó vía nota, y con las firmas de varios socios, incluyendo al histórico Julio César Romero, una asamblea electoral para elegir nuevos directivos y cortar el mandato del actual presidente, Celso Cáceres.
Este viernes registramos en una fotografía el mal estado del Feliciano Cáceres, que fue clausurado el 23 de julio del 2018 por la Comisión de Estadios de la Asociación Paraguaya de Fútbol. Un día antes, en el empate del local 2-2 con Sol de América en el último partido del Chanchón en su escenario, un bloque de la Preferencia cayó de la parte más alta cuando Juan Carlos Ojeda, aficionado y exfutbolista del Chanchón, pisaba la baldosa.
El club realizó la revisión de todos los sectores y concluyó que cada rincón del Feliciano Cáceres necesitaba mantenimiento y restauración. La institución firmó con una empresa que inició las tareas, pero por falta de recursos económicos (el costo total rondaba los US$ 900.000) no culminó y todo quedó en el olvido. Los jugadores solo pueden utilizar el escenario para los entrenamientos.