Nada pudo superar a la emoción que se respiró en los prolegómenos del partido. El homenaje a una leyenda como Quini se unió al grito de ánimo a Luis Enrique en el peor momento de su vida. El fútbol deja nombres para la eternidad en Gijón, que acogió uno de esos partidos de tanta diferencia entre selecciones que resulta hasta difícil encontrar el punto de motivación.
Renovar el equipo casi al completo, salvo Sergio Ramos para que igualase el récord de Iker Casillas como jugador con más partidos internacionales con España y Rodrigo para que encontrase goles que le animasen tras su fichaje frustrado, fue la forma de buscar la motivación necesaria de Robert Moreno. No le dio buen resultado con un equipo al que le faltó ritmo en el primer acto y descaro en el uno contra uno. Aburrió España.
En ese ejercicio de paciencia al que se somete cuando se enfrenta a un muro, selecciones del tipo de Islas Feroe que intentan compensar la falta de calidad reduciendo espacios con defensa de cinco y una línea de cuatro pegada por delante.
Ante ese panorama, solo ser profundo y jugar vertical te acerca a una goleada. Apenas Suso se atrevió en el regate. Encontrando a Parejo y un remate a bocajarro de Rodrigo por el que todos pidieron penal. A la siguiente, el delantero agradeció el regalo de Oyarzabal, generoso en el mano a mano contra el portero para dejar el tanto en bandeja. Era el premio a un dominio sin profundidad, con una posesión estéril y sin el vértigo exhibido hace tres días en Rumanía.
La rotación llegó a la portería, con un guiño anímico a David de Gea tras perder la plaza de titular. Hizo lo difícil, estar metido en un partido en el que no te llegan. A la media hora respondía bien a un disparo raso de Edmundsson y en la segunda parte se lució en un mano a mano cuando sus compañeros ya deseaban que se pitase el final.
Hacer gol era una quimera para una selección como Islas Feroe, que siempre marcó a España en sus tres enfrentamientos. La distancia de metros lo impedía. Algún contragolpe era el único camino o un exceso de confianza como el que provocó su ocasión más clara.
Mientras, España ejercía un dominio estéril. Thiago, de regreso, lo intentaba con disparos desde la frontal. Se lucía Nielsen ante uno ajustado al palo. Rodrigo acariciaba el doblete con un testarazo y poco más antes del segundo acto.
La charla de Robert Moreno surtió efecto y los jugadores españoles salieron enchufados. Comprobaron que eran tan superiores que, con dos arreones, imprimiendo velocidad a la posesión, sentenciaban el duelo.
De nuevo Rodrigo, con la portería en su mente desde que recibió, firmó un zurdazo imparable para Nielsen, el gran protagonista. Según apareció el cansancio de Islas Feroe y España puso ritmo, apareció su portero para evitar una goleada.
El encuentro lo cerró Paco Alcácer con un doblete en dos minutos, premiando el empuje de Thiago con un buen remate a su jugada y poniendo la cabeza a un pase de Gayá, para mejorar sus buenos números, marcar por segundo partido consecutivo y encender el pulso por el 9, uno de los más disputados hacia una Eurocopa que ya atisba España.
Ficha técnica:
4 - España: De Gea; Carvajal, Mario Hermoso, Sergio Ramos (Unai Núñez, m.84), Gayá; Rodri, Thiago, Parejo; Suso (Sarabia, m.68), Rodrigo y Oyarzabal (Alcácer, m.61)
0 - Islas Feroe: Nielsen; Vatnhamar, Vatnsdal, Gregersen, Baldvinsson (Eriksen, m.55), Davidsen; Hendriksson, Hansson, Edmundsson (Bartalsstovu, m.66), Bjartalio; y Olsen (Egilsson, m.87).
Goles: 1-0, m.13: Rodrigo. 2-0, m.50: Rodrigo. 3-0, m.90: Alcácer. 4-0, m.92: Alcácer. Árbitro: Krzysztof Jakubik (Polonia). Amonestó a Thiago (44) y Ramos (72) por España.
Incidencias: encuentro correspondiente a la sexta jornada de la fase de clasificación a la Eurocopa 2020 disputado en El Molinón ante 23.644 espectadores. Se rindió homenaje a Quini y se guardó un minuto de silencio por Xana, hija Luis Enrique. EFE