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Raúl Zapag y Marco Trovato fueron los primeros en encaminar el superclásico a la Nueva Olla. Los presidentes confirmaron en sus respectivas cuentas de Twitter que había acuerdo para disputar el partido en Barrio Obrero y con público visitante, pese a que la posibilidad de salir del Defensores del Chaco y el Antonio Aranda (Ciudad del Este) no exista en el reglamento. Pero esta historia tuvo varios capítulos que por poco llevaron el derbi paraguayo nuevamente a Sajonia.
Después que Cerro Porteño publicara el martes los precios para el clásico con la Gradería Novena destinada a los hinchas de Olimpia, Ariel Martínez movió el avispero el miércoles al expresar que deseaban jugar el viernes a las 19:00. La posición del Decano fue aceptar el día, pero no el horario. Mientras tanto, la policia nacional pegó el grito al cielo y solicitó que el duelo inicie y termine con luz natural para una cobertura en el aspecto de la seguridad.
Esta discusión entre clubes iba a resolverse este viernes en la reunión que debía realizar la Divisional Profesional, que debía programar dos fechas. Pero antes de que los delegados del Azulgrana y el Franjeado discutan sobre el día y el horario desde las 12:30, poco antes del medio día un protagonista silencioso revivió las expectativas de que el enfrentamiento iba a desarrollarse en el estadio General Pablo Rojas con el deseo de todas las partes.
Francisco González. ¿Quién es Francisco González? Mientras Fernando Amorebieta estaba por brindar la conferencia previa al choque contra Sol de América por la quinta fecha, a pocos metros, en el lobby de la Nueva Olla, había un hombre con el buzo de Olimpia. ¿En pleno Barrio Obrero alguien con la vestimenta del clásico? Puede parecer una locura, algo fuera de la normal en una sociedad descompuesta por los colores y el famoso “aguante”, pero era real.
González fue clave para que esta situación tenga una final feliz. El joven fue enviado por la directiva olimpista para que el titular cerrista firme un acuerdo para el superclásico. Carpeta sellada para un documento que solo observó y firmó Raúl Zapag. Amorebieta centraba la atención de los medios, mientras Francisco salía del recinto y subía una moto para dirigirse, como si fuera un delivery, a la nueva casa de la Asociación Paraguaya de Fútbol en Ñu Guazu.
Entre 15 a 20 minutos tardó Francisco González para llegar a la APF. Esperaban por él Ariel Martínez y José Montero, delegados de Cerro Porteño y Olimpia respectivamente, que debían también estampar la firma para que la nota ingrese a mesa de entrada y sea leída en la Divisional. Al llegar el doctor Carlos Sosa Jovellanos, fue Michel Sánchez quien leyó el texto antes de que se oficialice la programación del duelo entre los grandes por la sexta ronda.
Sábado 17, a las 15:30, en la Nueva Olla: todos los datos del superclásico. Después de 19 años, la máxima fiesta del fútbol nacional volverá a la capital de la pasión. Desde el sábado, las entradas estarán a la venta, pero con 6.500 lugares para los visitantes, que ocuparán la Gradería Novena inferior y ambas bandejas de la Platea Pettengill.