Bajo un sol de justicia, los “tifosi” desafían el fuerte calor que azota a toda Italia, con temperaturas altísimas, que el Roma superan los 41 grados.
El mayor número de hinchas se está concentrando en el Circo Massimo de Roma, cercano al Coliseo, con cabida para varios cientos de miles de personas.
Para evitar insolaciones y otros males, Protección Civil está regando el recinto y tiene previsto repartir 300.000 botellas de agua.
Desde todo el día, la capital italiana es un ir y venir de hinchas que ondean banderas nacionales. También se han visto a algunos españoles, en su mayoría turista, que acudieron al Vaticano al rezo del ángelus con Benedicto XVI ondeando la bandera española.
Un millar de policías y 300 agentes municipales controlan la seguridad en la capital, donde también han sido instaladas pantallas gigantes en otras emblemáticas plaza como la del Popolo y en el Estadio Olímpico.
De esos agentes, un gran número custodian las fuentes de plazas como las monumentales de España, Navona, Popolo, Fontana de Trevi, etc. También ha sido reforzada la seguridad de embajadas, entre ellas la de España, y otras instituciones extranjeras, para evitar posibles incidentes
Si en Agrigento, en el sur de la isla de Sicilia, ha sido suspendida la procesión de San Calogero, patrón de la ciudad, por coincidir con el partido, hasta el final del mismo, la Ópera de Roma anunció que había suspendido el ballet “Giselle”, programado para esta noche en las Termas de Caracalla.
Ello debido a que en la zona han sido colocadas varias pantallas gigantes de televisión para que los hinchas vean el partido y el movimiento de personas y el sonido pueden distorsionar la representación.
Cinco de esas pantallas han sido instaladas en el cercano Circo Massimo, una de 50 metros, y las otras de 24.
Para facilitar el flujo de los romanos, las líneas de metro permanecerán abiertas hasta la una y media de la madrugada y serán cerradas al tráfico amplias zonas de la ciudad.
Al igual que en Roma, han sido instaladas pantallas gigantes de televisión en la plaza del Duomo (la catedral) de Milán, en la plaza Mayor de Bolonia, en el Lungomare (pase marítimo de Nápoles) y en Palermo, donde nació Mario Balotelli, el héroe de la selección italiana, que marcó los dos goles contra Alemania, que dio el paso a la final a Italia.