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Lo conocí entonces, cuando en la desaparecida revista Ñande editábamos un periódico dirigido por Sebastián Díaz Roig, entonces docente de la Facultad de Periodismo de la UC, hoy morando en las alturas celestiales. Marcelo era un abonado de las páginas de ese periódico que, entre otras celebridades actuales, sirvió para que se ejercitaran en el periodismo figuras como Juanita Carracela, por ejemplo.
UNA LLAMADA PARA EL REGRESO
Pasó el tiempo, y Marcelo fue convocado por sus amigos del San José para formar parte de la dirigencia del básquetbol, y a fe que lo hizo muy bien, junto con quienes formaron un equipo de trabajo entusiasta y eficaz. Llegó incluso a ser vicepresidente de la Confederación Paraguaya de Básquetbol, en la primera presidencia de Blasito Marecos.
Se retiró a tempraneros cuarteles de invierno antes de la llegada de este siglo, y se dedicó a sus negocios y a cuidar de su salud.
Un día, a finales del primer trimestre del año, se produjo una llamada telefónica, que le devolvió al básquetbol paraguayo un dirigente de primer nivel.
-Mi vuelta se produjo por invitación de Carlos María Ljubetic. Me sorprendió su llamada...
-¿Por qué? ¿No son amigos, acaso?
-Claro que somos amigos, pero yo ya hacía varios años que no estaba haciendo dirigencia activa.
-¿Qué te propuso?
-Fue muy concreto: "Marcelo tenemos que hacer algo con nuestro campeonato, así ya no podemos seguir", me dijo. Y a partir de ahí empecé a diagramar lo que hoy por hoy creo que fue un éxito.
-¿Cómo fue?
-Los actuales dirigentes me dieron una grata sorpresa; los informes que yo tenía no fueron de los mejores. Decían que solo un pequeño sector invertía y tenía éxito, pero la verdad que la realidad era otra.
-¿Y con qué te encontraste?
-Encontré gente estupenda, entusiasta, generosa en acción y pensamiento; en fin, buena gente en todo sentido.
-Pero no fue fácil organizar el Metropolitano, me consta...
-Imaginate que tuve más 50 reuniones individuales y grupales para consensuar el sistema, casi todas en un ambiente cordial y distendido. Realmente fueron muy generosos conmigo, se portaron los muchachos.
TORNEO COMPETITIVO
-Hacía mucho tiempo que no se veían tanta paridad de fuerzas, tantas emociones...
-El sistema atacó los puntos más flacos principalmente la disparidad de fuerzas. Volver a crear un ambiente favorable en cada club para que vuelvan a creer en la CPBB. Y sobre todo conseguir la credibilidad necesaria para que inviertan nuevamente en sus planteles. Confiaba que si lográbamos reglamentar que los cuatro jugadores paraguayos que juegan en el exterior no podían jugar juntos, comenzaríamos equilibrando las fuerzas.
-¿Cómo se te ocurrió el nombre que le pusieron o la definición que hicieron de ellos?
-Se me ocurrió de repente que podríamos denominar con el nombre de oriundo internacional, y a los muchachos les gustó la idea y creo que fue la clave del éxito.
-El campeonato obligó a muchos sacrificios: renunciar a jugadores, a localías...
-Si es cierto que todos sin excepción sacrificaron algo, algunos sus canchas, otros los horarios de juego, y los clubes con más posibilidades económicas no pudieron incorporar, como en otros años a todos los jugadores que quisieran.
-Valió el sacrificio, en homenaje al público...
-Esto ayudó a que por lo menos cuatro equipos estuvieran casi a un mismo nivel. Todos pudieron utilizar sus jugadores definitivos.
-Los jugadores involucrados fueron Araújo, Javier Martínez, Bruno Martinessi y Bruno Zanotti, ¿verdad?
-Si es cierto. Son nuestros jugadores emblemáticos, pero me parece que no son ni fueron nunca definitivos de ningún club, por lo menos en los últimos años, ya que algunos de ellos jugaban bajo contrato, otros tienen pases internacionales, o son dueños de su pase y creo que otro está amparado por una medida judicial.
-Sobre este tema hubo muchos rumores...
-Por eso es importante aclarar este punto. Nadie fue perjudicado, porque, reglamentariamente, eso nunca ocurrió.
NUEVA FORMULA PRESIDENCIAL
Marcelo Bedoya fue tentado por Carlos María Ljubetic para formar chapa con él, en busca de la reelección, por un nuevo período en la CPBB.
-¿Te gusta la idea de volver al ruedo?
-Sí, claro. Carlos María me pidió que le acompañe como vicepresidente los próximos años. Si Dios quiere nos presentaremos en las próximas elecciones de diciembre.
-¿Qué piensan hacer?
-Tenemos muchos planes. Los vamos a presentar próximamente, pero tiene que ver con la estructura general del básquetbol, la promoción de este deporte en todo el país, el Comuneros, la sede fija, etc.
-¿Qué fue lo que más te gustó de este año, Marcelo?
-Rescato como lo mejor del año el resurgir de muchos clubes y, personalmente, haber tenido la suerte de conocer a los nuevos dirigentes, con una capacidad de trabajo sorprendente, amistosos y bien intencionados, lo que -al fin de cuentas- para mí por lo menos es lo que más importa.
LOS DESAFIOS DEL FUTURO CERCANO
En un rápido pantallazo, entre lo que se viene, para los próximos años, Marcelo Bedoya destaca lo siguiente:
-Uno de los más importantes es, sin duda, el "Suda" 2008 de mayores masculino. El último fue en el Palacio de los Deportes en el 87.
-Tuviste activa participación, entonces.
-Casualmente yo fui el delegado por Paraguay con Jorge Olmedo, el actual gerente de la CPBB.
-Sabrás que el Comuneros se inauguró en un Sudamericano, en 1949...
-Sería maravilloso poder reinagurar el nuevo estadio Comuneros en ese Sudamericano.
-Pero hay otros proyectos...
-Sí. Un sueño de muchos dirigentes del básquet es crear una gran Liga Nacional que abarque todo el país y buscar por todos los medios el crecimiento de las divisiones inferiores.
-¿Cómo hacer que el básquetbol se propague como una sana peste por todo el país?
-En primer lugar, protegiendo reglamentariamente el semillero de cada institución. Así incentivaremos a los sacrificados dirigentes de inferiores, para que ellos puedan ver el fruto de su trabajo en su propio club.
-¿Cuál sería la clave?
-Yo creo que los chicos menores de 21 años no deberían ser transferidos en forma definitiva a ningún club, con excepción de los oriundos del interior que sí lo harían, pero solo en préstamo. De esa manera todos los clubes buscarían formar chicos y no armar un equipo de la noche a la mañana.
-¿Qué nombre le pondrías a esto?
-Esta Cláusula Semillero -ese sería el nombre- vendría lógicamente acompañada de una con serie de artículos que reglamentarían su aplicación.
-Te veo y te escucho muy optimista, Marcelo
-Me parece no exagerar si te digo que creo que empezamos una década de gloria para el básquet. Si nosotros los dirigentes obramos con generosidad y renunciamiento el éxito está asegurado.
LOS NUMEROS DEL EXITO
Para Marcelo Bedoya, el éxito del Campeonato Metropolitano ganado por Libertad se asienta en los siguientes puntos:
* Es el resultado del sistema y sobre todo la buena programación
* Se vendieron cerca de 25.000 boletas en el año; a esto hay que sumarle la cantidad de gente que no pagó su entrada, jugadores de inferiores, de mini, menores de 12 años, etc.
* Un campeonato deportivamente exigente y competitivo llena los estadios.
* Me dijeron que se recaudó este año más que en los últimos 7 años juntos, aun cuando los mejores partidos fueron televisados.
* Conste que en los otros años también hubo TV. Existe un contrato firmado con b/sm.
MARCELO X MARCELO
Comienzos: Comencé como dirigente en el año 77, a los 18 años, en la Facultad de Ciencias Contables, con mi amigo Roberto Eto Carísimo. El me invitó a participar en el grupo que se preparaba para los juegos universitarios por mi facultad, casualmente como encargado de básquet.
La CUDP: Luego fui delegado ante la Confederación Universitaria de Deportes del Paraguay por muchos años. Fui dos veces presidente del Centro de Estudiantes de Contables.
Dirigente gremial: Secretario general del Sindicato del Banco Paraná, fundador de asociaciones gremiales de inmobiliarias y de restaurantes.
En el San José: Desde el año 1984 estoy en básquet, con mi querido San José; me dio la oportunidad en su cuadro dirigente con esto el finado Peto Sacco, un dirigente extraordinario, y Luis Mussi, entre otros, cuando para comer un asado después de los partidos teníamos que pasar la mano a cuantos bolsillos encontrábamos; ya nunca teníamos para ir a un restaurante y terminábamos debajo de la única gradería del viejo estadio León Coundou. Fue una época gloriosa; creo que los que tuvimos la suerte de estar en aquellos momentos sentimos las cosas de forma diferente. Nosotros fuimos el club más modesto de esos tiempos. Nos costó mucho mantenernos y buscar el primer campeonato; en todo ese tiempo yo fui el delegado de área capital y con Peto Sacco, que estuvo antes que yo, logramos hacer conocer y respetar nuestra institución dentro de la Confederación, entregando lo mejor que un sanjosiano puede ofrecer: respeto y amistad a todos.
Picardías: Corría el año 1987 y nuestro equipo debía ganarle a Sol de América para desempatar con Ciudad Nueva, por el sexto lugar, para entrar en el hexagonal. La fecha anterior, Aldo Kabout y el americano Rony Woods, de Sol, habían sido descalificados, y sabíamos que no podían jugar, pero los de Sol tenían dudas. El equipo de Sol era muy superior a nosotros; la verdad que muchos equipos eran superiores a nosotros. Ese año Ochi se fue a Rowing y nosotros jugábamos con chicos jóvenes. En fin, le equipamos a Kabout y entró en la cancha entre los cinco para saltar automáticamente. Echagüe ordena que Rony Woods que haga lo mismo y en un descuido le sacamos a Aldo antes de empezar el partido y la gente de Sol no se percató del cambio; el réfere hizo el salto y automáticamente ganamos los puntos... El festejo en el banco fue impresionante. Recuerdo el reto de Echagüe a sus dirigentes... y luego nos clasificamos para el famoso hexagonal del Palacio en el año 87.
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