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Recuerdo con nostalgia que el antiguo currículum del bachillerato paraguayo (con el cual egresé), tenía en su programa de primer curso, en Historia, estudiar los orígenes de la humanidad: Oriente, Grecia y Roma. Fue nuestro primer contacto con Sócrates, Platón, Aristóteles, Ulises, Arquímedes, Diógenes, Herodoto, Alejandro Magno, Pitágoras, Hipócrates y tantos otros, de quienes dimos acabada cuenta, posteriormente, en los sucesivos cursos de literatura, de ciencias, de artes, y demás. Las Raíces Griegas y Latinas, que se estudiaban en el quinto curso, junto con Filosofía y Lógica -asignaturas por cierto poco aplicadas en los bachilleratos de hoy día- nos dieron una perspectiva universal de la cultura.
Un capítulo importante de la historia estaba constituido por las Olimpiadas. Revisando mis viejos libros de Sarthou y B. Lafont, pude revivir en algún rincón de mi memoria algunos puntos claves, referentes los juegos olímpicos y a las Olimpiadas.
ORIGENES: Los juegos olímpicos tienen su origen en la antigua Grecia; desde el año 776 antes de Cristo (AC) se celebraban con estos festivales atléticos y culturales el comienzo del siguiente período de cuatro años, lapso que los griegos denominaban Olimpiada. Así se realizaron 291 juegos olímpicos, 194 antes del nacimiento de Cristo y 97 después.
La dominación de Grecia por los romanos trajo consigo la suspensión de los Juegos. Esto ocurrió en el año 393 de nuestra era, cuando el emperador romano, Teodosio I, decretó la extinción de las competencias por considerarlas paganas, habiendo recurrido al fuego y a la barbarie para tratar de borrar todo vestigio de su existencia. La tradición de los Juegos Olímpicos se mantuvo en Grecia durante 1.169 años.
LA CULTURA: Los Juegos Olímpicos fueron una de las expresiones más características de los sistemas educativos de la Grecia antigua. La educación es el principio mediante el cual toda comunidad humana conserva y transmite su peculiaridad, física y espiritual. El humanismo de los griegos -el ser del hombre- al igual que en la educación en la que se expresaba, se concebía profundamente vinculado a su naturaleza de ser político (zoom politicon), a su inserción dentro de la vida de la comunidad, a cuyo beneficio destinaban sus mayores empeños. Por muy personal que pudiera ser la obra de cada uno, se la entendía siempre como una función social.
En esta atmósfera de íntima libertad, referida por conocimiento y por convicción esenciales al servicio de todos, el genio de los griegos consiguió llegar a la plenitud educativa, una de cuya más altas manifestaciones fueron los Juegos Olímpicos. Por ello, en los Himnos Triunfales de Píndaro se exalta, tanto o más que al vencedor, a la ciudad de donde procedía.
LA FIESTA: Los festivales de la antigua Grecia -artísticos, musicales, dramáticos- eran organizados por ciudades aisladas como Atenas, en cuyo caso de denominaban Grandes Panateas; por grupos de ciudades que reconocían un origen común, llamadas Anfictionías; o por la totalidad de los griegos que así afirmaban su conciencia nacional. Eran estas últimas las Olímpicas, las Píticas, las Nemeas y las Itsmicas, de las cuales las dos primeras ocurrían cada cuatro años, y cada dos, las segundas- las más antiguas fueron las Olímpicas, como ya quedó establecido.
Un capítulo importante de la historia estaba constituido por las Olimpiadas. Revisando mis viejos libros de Sarthou y B. Lafont, pude revivir en algún rincón de mi memoria algunos puntos claves, referentes los juegos olímpicos y a las Olimpiadas.
ORIGENES: Los juegos olímpicos tienen su origen en la antigua Grecia; desde el año 776 antes de Cristo (AC) se celebraban con estos festivales atléticos y culturales el comienzo del siguiente período de cuatro años, lapso que los griegos denominaban Olimpiada. Así se realizaron 291 juegos olímpicos, 194 antes del nacimiento de Cristo y 97 después.
La dominación de Grecia por los romanos trajo consigo la suspensión de los Juegos. Esto ocurrió en el año 393 de nuestra era, cuando el emperador romano, Teodosio I, decretó la extinción de las competencias por considerarlas paganas, habiendo recurrido al fuego y a la barbarie para tratar de borrar todo vestigio de su existencia. La tradición de los Juegos Olímpicos se mantuvo en Grecia durante 1.169 años.
LA CULTURA: Los Juegos Olímpicos fueron una de las expresiones más características de los sistemas educativos de la Grecia antigua. La educación es el principio mediante el cual toda comunidad humana conserva y transmite su peculiaridad, física y espiritual. El humanismo de los griegos -el ser del hombre- al igual que en la educación en la que se expresaba, se concebía profundamente vinculado a su naturaleza de ser político (zoom politicon), a su inserción dentro de la vida de la comunidad, a cuyo beneficio destinaban sus mayores empeños. Por muy personal que pudiera ser la obra de cada uno, se la entendía siempre como una función social.
En esta atmósfera de íntima libertad, referida por conocimiento y por convicción esenciales al servicio de todos, el genio de los griegos consiguió llegar a la plenitud educativa, una de cuya más altas manifestaciones fueron los Juegos Olímpicos. Por ello, en los Himnos Triunfales de Píndaro se exalta, tanto o más que al vencedor, a la ciudad de donde procedía.
LA FIESTA: Los festivales de la antigua Grecia -artísticos, musicales, dramáticos- eran organizados por ciudades aisladas como Atenas, en cuyo caso de denominaban Grandes Panateas; por grupos de ciudades que reconocían un origen común, llamadas Anfictionías; o por la totalidad de los griegos que así afirmaban su conciencia nacional. Eran estas últimas las Olímpicas, las Píticas, las Nemeas y las Itsmicas, de las cuales las dos primeras ocurrían cada cuatro años, y cada dos, las segundas- las más antiguas fueron las Olímpicas, como ya quedó establecido.