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Con esta nota iniciamos un recorrido sobre grandes aficionados al ajedrez que han descollado en otras facetas, sin juzgar los temas políticos que rodean al personaje en cuestión, tratando de centrarnos en su conexión con el ajedrez.
Eduardo Duhalde nació en Lomas de Zamora, Pcia. de Buenos Aires, el 5 de octubre de 1941, es descendiente de vascos por la rama paterna; en 1971 se casó con Hilda Beatriz González (también política, conocida como "Chiche" Duhalde), y tiene cinco hijos.
Se recibió de abogado en 1970, fue intendente de Lomas de Zamora, para luego ser gobernador de la provincia de Buenos Aires, la más rica de la Argentina, vicepresidente de la nación, y tras un período muy convulso, luego de la caída de Fernando de la Rúa, en 2001, el 2 de enero de 2002, llegó a ser presidente interino de Argentina, hasta la asunción del vigente mandatario, Néstor Kirchner.
En la década de los 70, Duhalde era asistente al club Defensores de Banfield, un club de barrio donde se juntaban los ajedrecistas de la zona sur de Buenos Aires, todos los viernes había torneos a cinco minutos, y quien entonces era intendente de Lomas de Zamora participaba como uno más; por supuesto también frecuentaba el club Banfield, que es el club de fútbol de sus amores, y al que cada domingo en que Banfield jugaba de local, asistía a la tribuna como un hincha común; se rumorea que apoyaba económicamente a su club.
El club Banfield fue uno de los "grandes" en ajedrez en la década de los 70, cuando se imponía frecuentemente en la Copa AFA de ajedrez, que vivió su época dorada, lo representaron varios de los mejores ajedrecistas de entonces, los maestros Julio Bolbochán, Miguel Quinteros, Héctor Rossetto, Samuel Schweber, etc., mientras que en clubes rivales estaban Oscar Panno, Raúl Sanguinetti, Carlos Guimard, Bernardo Wexler, Jacobo Bolbochán, Jaime Emma, Roberto Debarnot, Claudio Amado, y los más fuertes maestros argentinos de entonces.
Eduardo Duhalde era el típico jugador de ajedrez de club, amante del "ping pong" de largas horas de duración y posiblemente aún lo siga siendo. Fue ascendiendo en la política, diversos clubes y cafés de la zona del sur de Buenos Aires fueron cerrando, pero abrían otros, en los que fielmente aparecía Duhalde a jugar hasta altas horas de la madrugada, la diferencia con las primeras épocas, era que entonces lo hacía con la fuerte escolta que su cargo político aconsejaba, pero el trato con "los muchachos" del club o café siempre fue igual y de parte de ellos también.
Esto es algo realmente único, hay mucha gente poderosa que es aficionada y hasta compite en ajedrez, algo ahora facilitado por Internet, pero no creo que haya otros como Duhalde, que a la vez era el típico "jugador de club".
Según varias fuentes, en aquel viejo café de ajedrecistas de la zona sur frecuentado por Eduardo Duhalde, se hacían las típicas y largas rondas donde el ganador queda jugando y el perdedor se levanta, quedando a la espera de su turno. Debido a una lógica selección tomando la fuerza de los jugadores, se formaba la mesa de "los de primera" y "la otra". El Dr. Duhalde, temperamental jugador de "ping pong", y abogado al fin, siempre alegaba precarios derechos adquiridos para jugar en la mesa "de primera", lo cual en algunos casos era cuestionado por los restantes integrantes de la tertulia; según se cuenta, las arduas discusiones eran casi siempre dirimidas en el tablero, aunque a veces proseguían fuera de él.
Su relación con el ajedrez como organizador también es de destacar, cuando era intendente de Lomas de Zamora organizó un Campeonato Argentino, organizó el Mundial Infantil que ganó el español Lluis Comas en 1985, más tarde llevó a Robert Fischer a un frustrado match de "Fischerandom", y estuvo en la organización del match Kasparov-Ponomariov en Argentina, que finalmente no se llevó a cabo.
En sus viajes oficiales Duhalde invariablemente sube al avión munido de su ajedrez de viaje y su computadora. Estos viajes, a veces largos, son aprovechados para interminables partidas con funcionarios o periodistas que integran las comitivas, y si no encuentra rival, Duhalde aprovecha para jugar partidas en su computadora.
Cuenta una reciente versión que durante un viaje a Venezuela, los periodistas que integraban la comitiva no obtuvieron mayores datos de la misión oficial de nuestro homenajeado, pero en cambio recibió, con lujo de detalles, largas explicaciones de la partida que Duhalde había meritoriamente empatado con el programa de su computadora, durante el viaje.
Es verdad que en las exigentes "rondas" o "ruedas" ajedrecísticas del sur del Gran Buenos Aires, nuestro aficionado ilustre no pertenecía sin discusión a la de los maestros, pero en cambio es seguro que si se hicieran muchas mesas de "fuertes" a "menos fuertes" entre los presidentes o ex presidentes de todo el mundo, a Duhalde costaría mucho hacerlo levantar de la primera mesa.
Veamos una partida de la Copa AFA entre los primeros tableros del club de Banfield y el de River Plate, los Grandes Maestros Julio Bolbochán y Raúl Sanguinetti, que posiblemente el entonces joven Eduardo Duhalde haya seguido con creciente emoción.
Raúl Sanguinetti Julio Bolbochán
Defensa India del Rey [E97]
Copa AFA, Buenos Aires 1971.
1.d4 Cf6 2.c4 g6 3.Cc3 Ag7 4.e4 d6 5.Ae2 00 6.Cf3 e5 7.00 Cc6 8.d5 Ce7 9.b4 Ch5 10.Cd2
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20...f3!!