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Pero quizá el apodo más llamativo sea Kaká por el significado de la palabra en sí en muchos idiomas. Su origen hay que buscarlo en el hermano pequeño del jugador brasileño, que no acertaba a vocalizar el nombre del centrocampista, del Milán, Ricardo, su nombre, cuando estaba aprendiendo a hablar.
La estrella ascendente del fútbol mundial, el argentino Leonel Messi, es conocido como Pulga. Cuando era un niño, en su Rosario natal, era muy pequeño y de ahí su apodo. Sólo su fichaje por el FC Barcelona, donde se sometió a un tratamiento de crecimiento hizo que llegara a sus 170 centímetros actuales.
Entre los argentinos, predominan los animales, como el Pato Abondazzieri, el Ratón Ayala, el Conejo Saviola.
Aunque también están Valdanito Crespo, por su parecido con Jorge Valdano, Apache Tévez, por su procedencia de un barrio pobRe de Buenos Aires llamado Fort Apache o el Payaso Aimar.
En Brasil están Ronaldinho Gaúcho, por venir de Rio Grande do Sul, o Juninho Pernambucano, por ser de Pernambuco, el emperador Adriano, mientras que Ronaldo es el fenómeno.
España y Portugal deben ser los países europeos en que los apodos son más frecuentes.
Fabregas, el joven centrocampista español, es conocido como Cesc, un apócope de su nombre catalán, Francesc (Francisco), mientras que su compatriota Fernando Torres es conocido como El Niño, debido a que llegó muy joven, con 17 años, al primer equipo del Atlético Madrid.
El delantero David Villa es el guaje, como se conoce a los niños de la región de Asturias,
En México, hay jugadores como Kikín Fonseca, que lleva ese apodo en recuerdo a su hermano, o Rafa Márquez, conocido por el Kaiser de Michoacán, la región de la que procede.
El angoleño Mantorras debe su nombre a que le cayó líquido hirviendo en el cuerpo cuando era pequeño y ese apodo quiere decir hombre quemado en su país.
En Europa, los apodos no son tan comunes, aunque se puede encontrar a Steven Gerrard, el Martillo de Huyton, en referencia al barrio de Liverpool del que procede, David Trezeguet, es Trezegol, por razones obvias de un delantero que muestra menudo su olfato para marcar.
Entre los nuevos Maradonas está el delantero checo Milan Baros, el Maradona de Ostrava o el iraní Ali Karimi, el Maradona persa, mientras que el inglés Wayne Rooney se ha convertido en Roonaldo y el holandés Ruud Van Nistelrooy en Vanisterror.
En Francia, se comprimen los nombres y si Zidane es Zizou, Thierry Henry es Tití y Liliam Thuram se convierte en Tutú, algo que también ocurre con el ucraniano Andrei Shevchenko, que se conoce como Sheva.
La lista es larga con Pavel Nedved, el cañón checo, Carlos Colorado Gamarra, el ghanés Mickael Essien, el bisonte, por su musculatura, Patrick Vieira, tentáculos, por sus largas piernas.
Existen curiosidades, como es el caso de Chris Birchall, un jugador inglés que defiende a Trinidad-Tobago y que es llamado Mi mamá, debido a que el hecho de que su madre naciera en el país caribeño por casualidad, le ha permitido defender a esta nación.
La lista es interminable, aunque uno de los más prolijos es David Beckham, conocido como Becks o Spice Boy, entre otros.
En Inglaterra, también puede haber apodos hirientes, como el del portero David Calamity James, debido a sus errores garrafales que han costado más de un disgusto a su selección.
Pero en Europa, los apodos no son moneda corriente. En eso, las selecciones latinoamericanas, en las que pocos futbolistas se libran de ellas, parten con ventaja. (AFP)