Kevin Durant, estratosférico una vez más, registró 32 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias, bien secundado por Russell Westbrook, con 26 tantos y 6 asistencias. El dúo venía de promediar 71,3 puntos en los últimos cuatro partidos.
Serge Ibaka contribuyó con 17 tantos y 9 rebotes.
Por los locales, que acusaron la baja del base Chris Paul -se ha perdido cuatro de los seis últimos partidos- por un golpe en la rodilla derecha, destacó Blake Griffin, con 31 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias. Su última derrota en casa frente a los Thunder fue el 5 de marzo de 2010.
La intensidad defensiva de los angelinos marcó los primeros compases ante un rival despistado y desacertado (12-4) que no encontraba freno alguno a la salvaje pareja formada por Griffin y DeAndre Jordan, al menos hasta que la contundencia de Ibaka y los triples de Kevin Martin igualaron el choque (22-22) .
Los de Scott Brooks lavaron por completo su imagen y se lanzaron a un parcial de 2-17 (24-31) sin apenas necesidad de su pareja estelar, que en un segundo plano aguardaba su oportunidad mientras permitían brillar a un explosivo Martin.
Durant y Westbrook tardaron en recobrar su mejor versión pero comenzaron a emitir destellos poco antes de llegar al descanso (45-49), al que se llegó poco después de que un tapón de Caron Butler sobre Ibaka fuera directo a la cabeza de uno de los árbitros, provocando un puñado de risas en el Staples Center.
Los californianos se mantenían al acecho a pesar de anotar el 39 por ciento de sus tiros (1/8 en triples).
Durant puso la directa en el arranque de la segunda mitad y con un parcial de 4-13 (49-62) los Thunder dieron su primer aviso serio, frenado de inmediato por Vinny del Negro. Griffin, magnífico, acudió al rescate, pero los locales echaban de menos algo de claridad en la dirección de juego y una mayor aportación ofensiva de su sexto hombre: Jamaal Crawford.
Oklahoma hilaba fino desde el exterior (llegó a estar con 10/16 en triples), se mostraba activo en defensa y muy sólido en la pintura gracias a Ibaka y Nick Collison, de forma que estiró la renta hasta los 16 (61-77).
Llegado al último periodo, un parcial de 0-7 culminado con un triple de Crawford devolvió la ilusión al pabellón (75-82) . Sin embargo Durant replicó con tres triples seguidos -el primero frontal y a tablero- e incluso Ibaka se unió a la fiesta desde larga distancia (82-99) para refrendar la etiqueta de Oklahoma como líderes de la Liga.