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Kevin Durant sufrió una rotura del tendón de Aquiles en el quinto juego de la Final de la NBA frente a los Toronto Raptors. “Quería actualizarlos a todos sobre mi estado: me rompí el (tendón de) Aquiles. La operación tuvo lugar hoy y fue un éxito, pan comido. ¡Mi vuelta empieza ahora!”, señaló el alero en su cuenta de Instagram. El jugador podría perderse la próxima temporada porque le tiempo estimado de baja oscila entre los ocho meses y un año.
“Como dije el lunes, estoy profundamente dolido, pero estoy bien. El baloncesto es mi gran amor y quería estar ahí aquella noche porque eso es a lo que yo me dedico. Quería ayudar a mis compañeros en nuestra búsqueda del triplete. Son cosas que pasan en el juego y estoy orgulloso de haber dado todo lo que pude físicamente, y estoy orgulloso de mis hermanos, que pudieron ganar el partido. Va a ser un largo viaje pero yo estoy hecho para esto”, agregó Durant junto a una foto después de su operación en Nueva York.
Durant, que hacía su regreso a la cancha tras casi un mes de baja por una molestia en la pantorrilla, encestó en aquel juego once puntos en sus 11 minutos antes de desplomarse al principio del segundo cuarto y abandonar el Scotiabank Arena de Toronto en muletas y con una bota protectora.
“No creo que haya que culpar a nadie pero sé cómo es este mundo y si hay que culpar a alguien, que sea a mí. Kevin Durant ama jugar al básquetbol. Es una de las personas más incomprendidas (que hay). Es un gran compañero, una gran persona y no es justo. Me siento afortunado de conocerle. No tengo información de lo que tiene hasta que le hagamos la resonancia pero la gente que trabaja con él son buena gente”, apuntó el lunes el mánager general de los Warriors, Bob Myers.
La lesión del alero tiene un efecto inmediato en el futuro de la NBA. Durant es agente libre el 30 de junio y podría decidir marcharse a otro equipo o continuar ligado a los Warriors, que deberían jugar al menos la mayor parte de la próxima campaña sin él.