Se trata de la quinta vez que los angelinos jugarán los playoffs desde que la franquicia se trasladara a California en 1984, y la octava en su historia.
El choque entre dos de los equipos más vistosos de la liga no decepcionó.
Chris Paul, con sus penetraciones relámpago, y Russell Westbrook, con los siete primeros puntos de su equipo, prendieron la mecha que continuaron Randy Foye y Durant, mientras Ibaka seguía las acciones desde el banquillo, debido a las dos faltas que cometió en los primeros 80 segundos de partido.
Un triple de Derek Fisher al final del primer cuarto y otro de James Harden al comienzo del segundo adelantaron a Oklahoma (21-32), que venía imponiendo su intensidad defensiva y su fortaleza en la zona gracias a la aportación de Nazr Mohammed y Nick Collison.
El equipo de Vinny del Negro reaccionó a través de la versatilidad de Nick Young y la dosis de energía extra que siempre ofrece Kenyon Martin (31-35), pero la figura de Durant -19 puntos al descanso- fue en aumento con el paso de los minutos a pesar del empuje de Griffin y DeAndre Jordan.
Los angelinos, no obstante, salieron a tope en la segunda mitad con un parcial de 8-1 (52-53) , pero Ibaka despertó para entonces y, con nueve puntos seguidos y un gran dominio en los tableros, mantuvo a los de Scott Brooks en el partido a pesar de su terrible bajón físico y de anotación, especialmente por parte de Durant, que no vio aro en el tercer periodo.
Un triple de Mo Williams dio la ventaja a los Clippers por primera vez en el duelo (68-66) y puso en alerta a su rival, aunque los Thunder no pudieron evitar que los californianos se vinieran arriba mediante los puntos de Young, especialmente inspirado, y de Williams (80-73).
En ese momento llegó el “showtime” de Griffin, abrumador con dos mates de cine (87-75) que hundían también las opciones del líder de la Conferencia Oeste, desconocido e indolente en la recta final del encuentro, a la que asistió casi impertérrito a las últimas acciones de los Clippers.