El equipo de Roberto Íñiguez venía de perder ante el Perfumerías Avenida en la última jornada de la primera vuelta de la liga española (58-71) y enlazó dos derrotas por primera vez en lo que va de temporada en un partido que ya empezó mal (9-0).
El Girona reaccionó (42-43 al descanso) e incluso llegó a ponerse por delante (56-58 en el tercer cuarto), pero acabó cediendo en el último período por culpa de un doloroso parcial de 19-2. Julia Reisingerova (24 puntos), ex del Girona, Agnes Studer (20) y Alexa Held (19) hicieron mucho daño.
La alero búlgara Borislava Hristova mantuvo con vida al equipo durante muchos minutos, con 22 puntos y 25 créditos de valoración, pero brilló demasiado sola. La ala-pívot australiana Chloe Bibby, MVP habitual, por ejemplo, se quedó en once puntos y cinco créditos de valoración, su registro más bajo desde que aterrizó en Fontajau, y el equipo no tuvo respuesta ante la dureza y la superioridad del Pecs debajo del aro. El balance de puntos en la pintura fue de 46-24 y el Girona, además, acabó con 16 pérdidas.
Fue apenas la segunda derrota del conjunto catalán en la segunda competición continental, con siete victorias, y la cuarta del curso en 24 encuentros, pero los 12 puntos de diferencia obligarán a hacer un gran partido este jueves en Fontajau.
Antes de volar hacia Hungría Íñiguez había subrayado la necesidad de jugar con los cinco sentidos para no tener que hacer "una heroicidad" en la vuelta, pero es el camino que le queda al equipo si quiere seguir su camino en esta competición.
El Girona, semifinalista de la Eurocopa en 2019 y en 2024, ya ganó al Pecs en la fase de grupos de esta edición, pero por rentas que serían insuficientes para superar los octavos de final: por 71-74 y por 79-72.
La empresa, por tanto, no parece sencilla, pero el fin de semana el equipo recuperó la confianza después de los tropiezos ante el Perfumerías Avenida y el Pecs por 13 y 12 puntos al pasar por encima del Celta por 52-83, con 20 puntos de Hristova, su récord en la Liga Femenina Endesa, y también de Bibby. Otro motivo para la esperanza es que en los dieciseisavos de final el equipo húngaro venció al Olympiacos griego por 22 puntos en la ida (85-63), pero en la vuelta cedió por 18 (75-93) y estuvo a punto de despedirse de la Eurocopa.