El cuadro dirigido por Joan Peñarroya afronta una doble jornada europea en el Palau Blaugrana, con partidos contra el Panathinaikos y el Anadolu Efes que deben servir como preparación para la final anticipada del domingo ante el Bilbao Basket, donde dependen de sí mismos para garantizar su clasificación a una nueva edición de la Copa del Rey.
El partido, correspondiente a la jornada 21 de la fase regular de la Euroliga, llegará tres días después que el conjunto azulgrana sumase un agónico triunfo en la pista del Dreamland Gran Canaria (74-77) para acercarse al objetivo de estar en la fase final copera.
Además, de lograr un triunfo este miércoles, el Barça encadenaría tres victorias consecutivas en Europa, algo que no consigue desde principios de temporada, cuando ganó al Alba de Berlín (88-73), al Mónaco Basket (86-71) y al Estrella Roja (94-98).
Un partido clave ante uno de los proyectos más ambiciosos del continente, el Panathinaikos, que con el turco Ergin Ataman en el banquillo, ha confeccionado una plantilla llena de talento que aspira a levantar su octava Copa de Europa, la que sería la segunda consecutiva, tras vencer al Real Madrid en la final del año pasado.
Los azulgranas, octavos en la clasificación con once victorias y nueve derrotas, necesitan mejorar sus registros en casa (cinco victorias y cuatro derrotas) si quieren seguir manteniéndose a solo un partido de distancia de la sexta plaza, la que ocupa el París Basketball con un partido menos.
En este sentido, el cuadro catalán recibe a uno de sus rivales favoritos en el Palau Blaugrana a tenor de los precedentes desde que la Euroliga cambiara de formato en el año 2015.
Y es que los barcelonistas jamás han perdido ante Panathinaikos en casa (ocho victorias en ocho partidos), una racha de triunfos que tuvo su último precedente en la jornada 6 de la temporada pasada, cuando el Barça se impuso al conjunto dirigido por Ataman por 80-72.
Además, de ganar a los helenos de dos o más puntos, el Barça conseguiría hacerse con el ‘basket average’ particular, ya que el duelo de ida acabó con un polémico triunfo griego (90-89) tras una falta final reclamada por los azulgranas sobre Juan Nuñez y que no fue señalada.
Un triunfo que se antoja crucial para el devenir de la temporada, y en el que el conjunto azulgrana deberá recuperar la intensidad defensiva mostrada en las victorias en Mónaco o París ante uno de los máximos anotadores del campeonato (87.7 puntos de media por partido).
Será un partido complicado para los azulgranas en el que el papel de Tomas Satoransky y Kevin Punter en las ayudas defensivas será clave ante el poderío ofensivo del estadounidense Kendrick Nunn, máximo anotador de la Euroliga (21.2 puntos de media), que viene de anotar 25 puntos en la pasada jornada ante el Partizan.
Otro de los peligros a controlar por el equipo de Peñarroya será un viejo conocido del continente, Cedi Osman. El ex de Anadolu Efes, quien llegó a Panathinaikos el pasado septiembre tras nueve temporadas en la NBA, es otro de los nombres ofensivos de los griegos.
Por su parte, los azulgranas se encomendarán a otra gran noche anotadora de Darío Brizuela, quien viene de firmar su mejor actuación en Euroliga en la victoria en la última jornada en la pista del Mónaco Basket (84-89) con 27 puntos.
Un ataque azulgrana en el que Kevin Punter, máximo anotador del equipo en Euroliga la presente temporada con 15 puntos, querrá resarcirse del encuentro que firmó en Atenas, donde anotó seis puntos y dio cuatro asistencias.
En el apartado de disponibles, Peñarroya recupera a Jan Vesely, quien volvió ante Dreamland Gran Canaria tras cuatro partidos fuera por molestias en la rodilla derecha, pero tendrá la duda hasta última hora de Alex Abrines, quien no ha entrenado con el grupo este martes tras sufrir un fuerte traumatismo en la tibia izquierda en el último partido.