Reaves se coló en un recital entre dos leyendas del baloncesto como LeBron y Curry, que añadieron un nuevo espectacular capítulo, en su encuentro número 53, a una rivalidad que marcó la historia de la NBA.
LeBron James firmó un doble doble de 31 puntos y diez asistencias y Curry estuvo a punto de obrar un milagro en el cuarto período con un festival de triples acabado sin premio. Su partido terminó con 38 puntos (8 de 15 desde el arco) y seis asistencias.
James, que cumplirá 40 años el próximo lunes, y Curry, que tiene 36, se vieron las caras por cuarta vez en el día de Navidad.
Pero en este monumental cruce navideño el protagonista terminó siendo Reaves, con una gran entrada en la última posesión de los Lakers. Selló un triple doble de 26 puntos, diez rebotes y diez asistencias.
Su canasta con un segundo en el cronómetro entregó a los Lakers el quinto triunfo en sus últimos cinco partidos. Los angelinos son séptimos con un balance de 17 victorias y trece derrotas.
Los Warriors solo ganaron uno de sus últimos seis partidos y bajaron a la novena plaza en el Oeste (15-14).
Davis, lesionado
Tan solo duró 7.12 minutos el partido de Anthony Davis, quien se retiró tras sufrir una lesión en el tobillo izquierdo en una acción sin contacto mientras luchaba por un rebote.
Davis, que no había anotado puntos y había capturado dos rebotes hasta ese momento, intentó seguir compitiendo, pero le costaba correr y estaba visiblemente dolorido.
Se retiraría pocos segundos después, tras un tiempo muerto, para volver a los vestuarios. Los Lakers aseguraron inicialmente que su regreso estaba en duda, pero confirmaron que no regresaría tras el descanso.
El pívot nativo de Chicago, de 33 años, promedia 26.6 puntos y 11.8 rebotes por partido en esta temporada.
Espectáculo hasta el final
A pesar de perder a uno de sus líderes, los Lakers siguieron contando con un LeBron muy motivado, que hizo valer su poderío en la pintura y que anotó con continuidad, buscando y ganando choques físicos. En una de sus entradas, también desafió con la mirada al banquillo de los Warriors.
Un parcial de 14-4 al acabar el tercer período, en el que los Lakers tiraron con un 50 % de acierto, disparó la ventaja angelina hasta los once puntos en el 84-73.
Los Warriors se aferraron al partido de la mano de un Curry imparable. Mostró su carácter y orgullo con 17 puntos en el último cuarto que estuvieron a punto de forzar la prórroga.
Porque aunque LeBron pusiera a los Lakers arriba 107-99, Curry lideró un parcial de 7-0 que reabrió el partido. Conectó el triple del 110-111 y, tras los dos libres anotados por Reaves, volvió a clavar un triple descomunal para igualar el choque a 113 con 6.3 segundos por disputarse.
En esa ocasión, los Warriors podían elegir tomar el último tiro, pero Curry solo se tomó 2.6 segundos para firmar el octavo triple de su noche.
Tuvieron el último balón los Lakers y se la terminó jugando Reaves ante Andrew Wiggins. Logró una gran entrada que entregó a los Lakers una victoria épica.