"Nuestro principal cambio ha sido la defensa. En los últimos doce partidos estamos en el 'top-10'. En el período inicial éramos el vigésimo séptimo o vigésimo sexto equipo. En ese caso no vas a ganar muchos partidos", reconoció Rivers en la rueda de prensa previa a la final de la T-Mobile Arena de Las Vegas.
Los Bucks comenzaron el año con dos victorias y ocho derrotas, pero desde entonces han recuperado ritmo ganador y este martes se jugarán el primer trofeo de la temporada.
"Al principio hemos sufrido, y cuando empezó la Copa nos dijimos 'a por ella'. Eso me hizo entender que mi equipo pensaba como yo, que lo haríamos bien, que seríamos un buen equipo", afirmó Rivers.
"Simplemente nos tomó más tiempo de lo que esperábamos, pero ahora estamos aquí", añadió.
Las Vegas alberga por segundo año consecutivo la Final a Cuatro de la Copa de la NBA.
El torneo, lanzado el año pasado para animar la temporada regular, da dividendos a la liga estadounidense y regala partidos espectaculares, aunque muchos lamentan las dificultades que los aficionados de las franquicias en juego en Las Vegas tienen para poder desplazarse a la sede de la Final a Cuatro.
"En mi opinión Las Vegas es el sitio perfecto, pero no creo que eso tenga mucha importancia. El problema con las aficiones es que hace cinco días nadie en Milwaukee sabía que estaríamos aquí. Nadie en Oklahoma sabía que estarían aquí. Es complicado", admitió Rivers.
"No tienes algo como un período de dos semanas en las que tu público puede organizarse y viajar. Luego, el año pasado los Lakers estuvieron en la final, y desde Los Ángeles solo son tres horas de coche. Eso sería lo único que pensar, pero no sé cómo resolverlo", prosiguió.