"Amaury fue un gigante", "uno de los mejores jugadores de Brasil y de la historia", comentó en una nota oficial el presidente de la Confederación Brasileña de Baloncesto (CBB), Guy Peixoto.
Hijo de argentinos, Amaury nació en São Paulo pero pasó parte de su infancia en Buenos Aires, donde se inició en el deporte, aunque en la natación, que luego cambió por el baloncesto al regresar a Brasil, ya casi adolescente.
El antiguo armador, que había comenzado en el baloncesto como pivote, fue una de las figuras del equipo que ganó los mundiales de Santiago de Chile (1959) y Río de Janeiro (1963), que son los únicos que ostenta la selección brasileña hasta hoy.
También integró los equipos nacionales que ganaron las medallas de bronce en los Juegos Olímpicos de Roma 1960 y Tokio 1964.
Desarrolló toda su carrera en Brasil, donde jugó en los clubes Regatas Tietê, Sirio Sport y Corinthians, con el que se retiró en 1972.
Amaury, junto con el también fallecido Ubiratan Maciel, uno de sus compañeros en esa época dorada de la selección, y el pivote Oscar Schmidt, es uno de los tres exjugadores brasileños que figuran en el Salón de la Fama de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA).