Esta era la primera visita al Madison Square Garden de Fernández al frente de los Nets y por muy poco acaba en una noche gloriosa para Brooklyn, que perdía de 21 puntos en el tercer cuarto, que empezó el último con una desventaja de 18 y que, sin embargo, se colocó por delante en el marcador con un triple de Dennis Schroder y solo 11.5 segundos en el reloj.
Pero en el momento más complicado, Brunson apareció con un triple salvador que Schroder ya no pudo neutralizar sobre la bocina y le dio además el triunfo a los Knicks en su primer partido de la Emirates NBA Cup.
Fue un partido larguísimo de 2 horas y 43 minutos, muy emocionante en el desenlace y, con el permiso de Brunson, con un nombre por encima de todos: el de Cam Thomas.
El escolta firmó un partido memorable para los Nets (5-8) con 43 puntos y una espléndida puntería: 16 de 22 en tiros de campo y 7 de 10 en triples.
Ningún jugador de los Nets había metido tantos puntos frente a los Knicks a domicilio. Kevin Durant (2022) mantiene el récord total de la franquicia ante los Knicks con 53 puntos pero Thomas igualó a John Williamson (1978) como el segundo en esa lista.
Cam Johnson (17 puntos), Dorian Finney-Smith (15) y Schroder (14 puntos y 8 asistencias pero un 4 de 17 en tiros) acompañaron a Thomas.
Por los Knicks (6-6), Brunson acabó con 37 puntos y 7 asistencias con un 12 de 20 en tiros y 16 puntos en un último cuarto en el que su equipo se vino abajo.
OG Anunoby (25 puntos y 8 rebotes pero eliminado por faltas) y Mikal Bridges (22 puntos) respaldaron a Brunson.
Los dos equipos, que volverán a medirse este domingo, tuvieron bajas importantes en el juego interior: el dominicano Karl-Anthony Towns en los Knicks y Nic Claxton en los Nets.
Thomas frente al mundo
Ni ni el Madison Square Garden, ni los Knicks ni la NBA Cup le impresionó a Thomas.
Exquisito y arrollador en el primer cuarto, el escolta torturó a los locales con 19 puntos y un perfecto 7 de 7 en tiros de campo con 5 de 5 en triples.
La defensa exterior de los Knicks, sobre el papel una de las mejores de la liga, no hizo acto de presencia en el arranque, pero los de Tom Thibodeau sí respondieron al torbellino de Thomas con un ataque muy coral.
Así, los Knicks dominaron el primer cuarto por 37-32 con seis de sus siete jugadores aportando puntos y Anunoby comandando con 10.
Las dudas aparecieron para Brooklyn cuando Thomas se fue al banquillo. Ni Schroder ni Johnson dieron el paso adelante que necesitaban los Nets, que estuvieron más de tres minutos sin anotar un tiro de campo.
Tampoco la segunda unidad de los Knicks, lastrada por la ausencia de Deuce McBride, ofreció garantías, pero en cuanto regresaron los titulares la ventaja superó por primera vez los 10 puntos.
La máxima antes del descanso fue de +13 aunque los Nets limitaron daños antes de irse al vestuario con un marcador de 68-59.
Brunson (16 puntos), Anunoby (14) y Bridges (14) encabezaron a unos Knicks con un 63,4 % en intentos a canasta mientras que Thomas lo hizo todo en los Nets con una primera parte sensacional de 27 puntos con un 10 de 11 en tiros y 5 de 6 en triples.
No cambió nada el ritmo en la reanudación: la ventaja se mantuvo en torno a los 10 puntos y los Knicks ni se despegaban ni sufrían.
Incapaces de encontrar alternativas ofensivas a Thomas, los Nets tampoco crecieron en defensa y Bridges, con un tripe de la esquina, elevó el margen de los Knicks por encima de los 20 puntos.
Anunoby (9 puntos) y Bridges (8) consolidaron en el tercer periodo su inspirada noche y los Knicks llegaron al desenlace con un margen amplio (100-82).
Pero los Nets no tiraron la toalla. Un parcial de 4-16 en poco más de cuatro minutos les metió de lleno en el encuentro con un -6 (104-98) y 7.45 por jugarse.
Johnson se unió a Thomas y la defensa de los Nets se vino arriba mientras los Knicks se quedaban sin luces en ataque. También saltaron chispas con un choque entre Anunoby y Finney-Smith que se saldó con dos técnicas.
La fabulosa remontada de los Nets continuó hasta ponerse por delante con el triple de Schroder, pero Brunson, el salvavidas de los Knicks en el último cuarto, les dejó con la miel en los labios.