La primera jornada de la Emirates NBA Cup dejó el martes varios resultados sorprendentes y entre ellos destacó la derrota de los Celtics por 116-117 ante unos Hawks sin Trae Young.
Más allá de perder, la imagen de los vigentes campeones de la NBA fue muy pobre pero por fortuna tenían un encuentro en Brooklyn solo 24 horas después para enderezar el rumbo.
Desacertados en el arranque y mucho más finos y letales según avanzaba el encuentro, los Celtics (10-3), que solo tienen por delante en el Este a los invictos Cleveland Cavaliers (13-0), se dejaron guiar esta noche por un gran Jayson Tatum, quien se quedó a un suspiro de firmar un potente triple-doble (36 puntos con 12 de 19 en tiros y 5 de 6 en triples, 8 rebotes y 10 asistencias).
Además, Jaylen Brown aportó 24 puntos y 12 rebotes y Payton Pritchard brilló en la segunda unidad con 23 puntos, 6 rebotes y 8 asistencias.
Los Celtics metieron 22 de 45 en triples, controlaron el rebote (33-44) y dominaron claramente la segunda mitad (54-74).
En los Nets (5-7), que la semana pasada exprimieron a los Celtics hasta perder en la prórroga, los mejores fueron Ziaire Williams (23 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias), Cam Thomas (17 puntos) y Dennis Schroder (16 puntos).
El dominicano Al Horford no jugó en Boston en tanto que Brooklyn no contó con Ben Simmons y Dorian Finney-Smith.
Fernández afrontará ahora su primera visita al Madison Square Garden para medirse en el duelo neoyorquino a los New York Knicks. Será una cita doble ya que Knicks y Nets se verán las caras el viernes y el domingo.
De menos a más
Si Joe Mazzulla esperaba una reacción convincente de sus jugadores tras el tropiezo ante Atlanta no la encontró en el inicio.
Desconectados, con triples que no iban a ningún lado y con una pasmosa falta de concentración en defensa, los Celtics empezaron con un 19-8 en seis minutos para unos Nets firmes y que sí llegaron puntuales al partido.
El más inspirado fue Williams con 11 puntos, pero todo el ataque local funcionó a un alto nivel. No obstante, Tatum decidió echarse a los Celtics a la espalda con 13 puntos y Boston, que llegó a perder de 13, dejó la diferencia en nada camino del segundo periodo (34-32).
Thomas y Schroder tomaron el relevo en los Nets, pero el problema de enfrentarte a los Celtics es que cualquiera de sus figuras puede entrar en combustión en cualquier momento para hincharse a puntos.
Eso sucedió en el segundo periodo con Brown, que metió 13 puntos y que se puso al timón de los visitantes junto a las siempre valiosas aportaciones desde el banquillo de Pritchard.
Con todo ello, Boston tomó el mando del encuentro tras la primera parte (65-60) con 19 puntos de Brown, 16 de Tatum y 13 de Pritchard. En los Nets, Williams con 16 puntos, Thomas con 12 y Schroder con 11 fueron los más activos.
Los triples que tanto les costó a los Celtics anotar en el primer cuarto (5 de 13) empezaron poco a poco a entrar. De hecho, fue un tiro de tres de Tatum el que le dio a Boston su primera ventaja de dobles dígitos y obligo a Fernández a pedir tiempo muerto (68-80 con 8.14 en el reloj).
El asedio desde el perímetro fue implacable con un 7 de 11 en ese tercer cuarto. Tatum se puso las botas con un 3 de 3 en triples para 15 puntos en total y los Celtics, que además se aprovecharon de 6 pérdidas de balón de sus rivales, metieron la directa hasta tener un +17.
Quizá por resultado no estaba finiquitado el partido (89-103), pero por sensaciones los Nets quedaron tocados camino del último periodo.
El primer +20 para Boston llegó con siete minutos por jugarse tras una canasta de Jrue Holiday y, sin argumentos de los Nets para la remontada, los Celtics aún pudieron ampliar más su ventaja hasta el final.