Un terrorífico balance de 2-7 presentan los Bucks de Giannis Antetokounmpo y Damian Lillard, aspirantes en principio a pelear por los puestos altos del Este pero que ahora mismo son un barco que se va a pique.
Los del cuestionado técnico Doc Rivers buscaban una victoria de prestigio en el Madison Square Garden que les diera un impulso moral, pero en cambio se encontraron en Nueva York con una demoledora versión de Towns.
Fichaje estrella de estos ambiciosos pero todavía en construcción Knicks (4-4), el dominicano se salió en la primera mitad con 27 puntos y acabó el encuentro con un 12 de 20 en tiros de campo y un 4 de 8 en triples en 32 minutos. También repartió 5 asistencias.
Jalen Brunson (15 puntos y 9 asistencias), Josh Hart (11 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias) y Mikal Bridges (17 puntos) sobresalieron asimismo en unos Knicks con seis jugadores en dobles dígitos de anotación.
Los de Tom Thibodeau destacaron en defensa con OG Anunoby como nombre clave, no fueron por debajo en todo el encuentro, llegaron a tener un +30 y lograron el triunfo tras dos derrotas seguidas y una gira de cuatro partidos como visitantes.
Por los Bucks (2-7), que venían de 'back-to-back' tras someter el jueves a los Utah Jazz (123-100), su duelo ante los Knicks fue un resumen perfecto de sus angustiosos desequilibrios: Antetokounmpo (24 puntos y 12 rebotes) y Lillard (19 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias) hicieron lo que pudieron, pero no encontraron ningún escudero en una ofensiva desértica (7 de 30 en triples) y la defensa de todo el equipo fue una vez más un espejismo
La fiesta de Towns, el drama de Milwaukee
No tardó nada Towns en desnudar a Brook López.
El pívot de Milwaukee tuvo muchísimas dificultades para contener al dominicano, quien desde el triple (3 de 4 en el primer cuarto) o atacando el aro con un fabuloso mate hizo lo que quiso hasta llegar a 13 puntos.
No hubo grandes noticias de los Bucks. Desde luego no en defensa, con una falta de actitud y concentración alarmante, pero tampoco en ataque con 5 pérdidas de balón.
Al menos Antetokounmpo pudo sacar el martillo en el tramo final (8 puntos) y los Bucks, que llegaron a perder de 11 puntos, cerraron un discreto primer cuarto sin desangrarse en el marcador (32-25).
El convincente arranque de los Knicks perdió algo de chispa, pero quien seguía al máximo de revoluciones era un Towns incansable y brutal que no dejaba de torturar a López y a cualquier rival que se le pusiera por delante.
Los minutos de descanso de Antetokounmpo también pasaron factura a Milwaukee así que los Knicks, explotando cada vez más las transiciones, vivieron cómodamente por encima de los 10 puntos durante casi todo el segundo cuarto (máxima de +19).
En los visitantes, Lillard (15 puntos al descanso) y Antetokounmpo (12 puntos y 9 rebotes) hacían la guerra por su cuenta sin respaldo de ningún compañero (el siguiente con más puntos era López con solo 5).
En cambio, los Knicks no solo disfrutaron de una versión arrolladora de Towns (27 puntos, los mismos que Lillard y Antetokounmpo juntos) sino que además contaron con Miles McBride (9) y Hart (8) para llegar al intermedio con su máxima ventaja hasta el momento (+19 con 66-47).
El tercer cuarto fue un calco de todo lo anterior y ni siquiera hubo un amago de reacción de Milwaukee.
Rivers probó una defensa en zona pero los Knicks la desarmaron sin problemas con una gran circulación de balón y mucha generosidad en ataque.
Además, Brunson fue cogiendo confianza (8 puntos) y si los neoyorquinos no rompieron definitivamente el partido fue porque Antetokounmpo seguía sosteniendo como podía a los Bucks (10 puntos) y porque los Knicks fallaron algunos tiros liberados que deberían haber metido.
Con 91-72 en el inicio del último periodo, la única pregunta fue cuándo tardaría Rivers en retirar a sus estrellas y Milwaukee, con una imagen realmente pobre durante toda la velada, tiró la toalla a falta de 8.23 minutos y con -28.