No lo tuvo fácil el alemán de origen finlandés. Batió a la gran referencia de la Fórmula 1 moderna, su compañero en Mercedes Lewis Hamilton, ganador en Abu Dabi.
De esta forma demostró a Bernie Ecclestone, el promotor histórico de la competición, que hay otros grandes pilotos en el paddock y que es más que el segundón de Mercedes, ganando un título en el que ha demostrado estar a la altura de la estrella de la competición.
Su padre Keke, el finlandés con bigote, sólo necesitó ganar una carrera para proclamarse campeón mundial en 1982 con un Williams. Luego ganó otras cuatro entre 1983 y 1985. Nico ya lo ha hecho mucho mejor, sumando 23 victorias desde 2012, 9 de ellas este año.
Tras sufrir ante el poderío de Hamilton en 2014 y 2015, Rosberg siguió trabajando con sus ingenieros, perfeccionando los reglajes y las salidas para convertirse en un mejor piloto. El hijo de Keke también adquirió el nivel de confianza necesario. Estas últimas semanas se ha mostrado muy sereno y relajado, cuando Hamilton intentaba en vano desestabilizarlo.
No cayó en las trampas mediáticas y ha logrado gestionar mejor su comunicación, sobre todo en las redes sociales, donde Hamilton también es un referente.
De padre finlandés y madre alemana, Rosberg nació el 27 de junio de 1985 en Wiesbaden. Luego creció en Mónaco y se inició en el automovilismo con los kartings a la edad de 6 años, como Hamilton, del que fue compañero en esta categoría en 2000 y 2001, época en la que los dos adolescentes eran los mejores amigos del mundo.
Mucho ha cambiado desde entonces y la rivalidad se ha puesto de por medio en los últimos años. Hoy Rosberg es un padre de familia tranquilo y sobre todo un piloto moderno, políglota, capaz de expresarse perfectamente en cinco idiomas.
“Mi madre creció en Alemania después de la guerra y se fumaba las colillas de los soldados estadounidenses”, reveló Rosberg a The Guardian en una entrevista. “Nunca le gustó comprar los vaqueros con el dinero de mi padre”, añadió sobre los valores con los que creció.
Cuando Rosberg llegó a la Fórmula 1 en 2006 con un Williams, tras haber conquistado el primer título de la historia en GP2 el año anterior, sólo tenía 20 años y su compañero de entonces, el australiano Mark Webber, rápidamente le encontró un apodo, Britney, por su estilo de top model en el paddock.
Tras la salida de Webber Rosberg, dio un paso adelante, logrando su primer podio en 2008 en Australia, un día que ganó Hamilton. En 2010 es contratado por Mercedes, una apuesta de futuro que levanta algunas dudas, despejadas seis años después.
Al lado del legendario Michael Schumacher, el siete veces campeón del mundo alemán, continúa su aprendizaje. Cuando Hamilton sucede a Schumi, Nico queda relegado a un segundo plano, ante la velocidad pura de Hamilton, ya campeón del mundo con McLaren cuando llega a Mercedes.
Poco a poco hace su camino. Gana tres veces consecutivas en el mítico Gran Premio de Mónaco y este año añade otros tres monumentos; Spa-Francorchamps, Monza y Suzuka. Finalmente cumplió su sueño este domingo en Abu Dabi.