“Lo veo como el último. Después, será ’a priori’ el momento de pasar a otra cosa”, afirmó Ogier, comprometido recientemente por dos años con Citroën, tras dejar este año Ford.
“Eso no quiere decir que no habrá más deporte del automóvil, porque sería infeliz con cero deporte de automóvil en mi vida”, añadió el piloto galo.
“Por el contrario, (quiero) reducir un poco el ritmo que es bastante infernal en WRC con un calendario que se extiende por todo el año (...) es cada vez más duro abandonar el hogar desde el nacimiento de mi hijo”, añadió el piloto que corrió este año con M-Sport Ford y que buscará igualar los ocho títulos mundiales de su compatriota Sébastien Loeb.
“La verdad es que si me voy con ocho títulos, eso sería excepcional. Estoy con seis, así que intentaremos el séptimo y después veremos. Pase lo que pase, no solo hay cifras en la vida”, indicó.