“Si hacemos las cosas bien estaremos arriba seguro. aparte hay que ir día a día, no tener errores, no hacer fallos. Será un Dakar difícil, largo y duro, con mucha navegación y muchos cambios. No será nada fácil”, explicó el piloto antes de pasar la verificación técnica de su auto.
Roma subrayó que de nada sirve salir a por todas en la primera etapa, que arrancará el 2 de enero en la localidad paraguaya de Atyra, en el norteño departamento de Cordillera, en una prueba de más 9.000 kilómetros durante 12 etapas.
“Todos queremos ganar, pero si piensas mucho en ganar y no piensas en hacer las cosas bien te será difícil”, afirmó.
Agregó que el Dakar, en el que ha participado durante 22 años, siendo campeón tanto en moto como en coche, le sigue generando nervios los días previos a arrancar el motor de su Toyota Hilux.
“El día que no los tenga (nervios previos) es que será el momento de retirarse. Todo el mundo tiene tensión y nervios, la empresa que uno va a afrontar no es fácil, es un reto importante. Son muchos meses de preparación y por tanto uno sigue teniendo esa tensión después de 22 años”, dijo Roma.
Sin embargo, alegó que las tormentas que están cayendo de forma intermitente en los últimos días en Paraguay, son un factor inesperado al que tendrán que adaptarse.
“Esperemos que no llueva (en la salida). Las previsiones son buenas, pero aquí es difícil gestionar para los meteorólogos, les cuesta. Esperemos que sea buena”, bromeó el piloto.
“Si llueve, como todo en esta carrera, te tienes que adaptar. Nos vamos a encontrar días difíciles, de calor, de frío, en Bolivia en altura... Estás constantemente adaptándote a las condiciones que te encuentras. Por lo tanto si llueve, llueve para todos y nos tendremos que adaptar”, añadió Roma.
Ese ritmo cambiante durante todo el Dakar es clave para Roma, quien destacó que los cambios climáticos y geográficos de esta edición, que de Paraguay pasará a Argentina y a los más de 3.000 metros de altura de Bolivia, puede acumular cansancio y convertirse en un problema.
Sin embargo, ese reto durante cinco días por el altiplano boliviano es su principal atracción, dijo Roma, que espera ver cómo reaccionan pilotos y máquinas cuando toque ascender hacia el frío la lluvia o incluso la nieve.
“Me atrae ver cómo será, la reacción tendrá el cuerpo en altura y los autos, y ver las partes nuevas que descubriremos”, señaló.
Aseguró que viene realizando una preparación específica para combatir los posibles desmanes de la altura y, en cuanto a su máquina, explicó que el coche está listo para la legendaria prueba.
“Estuvimos todo el día (el pasado viernes) rodando con sol, con mucho calor, y era seco, no nos pilló la lluvia. Con el coche bien, las sensaciones son buenas, me encontré muy agusto con el coche”, indicó Roma.
También dijo que gracias a su equipo tiene un vehículo “para molestarles un poco” al vigente campeón, el francés Stéphane Peterhansel de Peugeot, escudería en la que también corren el español Carlos Sáinz y los también franceses Sebástien Loeb y Cyril Depres.
Pese a todo, Roma destacó que su rival a batir en esta edición del Dakar es él mismo.
“El primer rival es Nani Roma. Luego están mis compañeros de equipo (...) y toda la banda de Peugeot (...) No será fácil porque hay un montón de gente rápida. Son buenos pilotos y será difícil”.