A la pregunta de si se ve ganando una etapa del Dakar, la campeona del mundo de trial ha señalado: “Tengo que ser realista y creo que no es posible. Si hubiese una etapa con todo trialeras, a lo mejor sí, pero lo veo complicado. Hay que ser realista”.
La española ha asegurado que ello no interfiere en la ilusión que le produce volver a la prueba de rally más famosa del mundo, ya que se siente “igual de ilusionada que el primer día”.
Acerca del objetivo de la piloto del equipo KH7, ha desvelado: “El Dakar es siempre una carrera muy compleja, pero creo que este año va a ser un poco distinto al pasado, que fue una prueba de esprint. Esta vez creo que va a haber más días 'dakarianos', auténticos, y creo que eso me puede ir un poco mejor. Tener experiencia será un poco más importante, sobre todo en cuanto a la navegación, y espero no fallar”.
En cuanto a qué debe pasar en Sudamérica para que concluya la prueba y se sienta satisfecha, Laia Sanz ha subrayado: “No me atrevo a decir un resultado, es complicado, porque al final este año por ejemplo hice la decimoquinta y yo estaba satisfecha con mi pilotaje. Sí que, quizá, cometí algunos errores con alguna caída, pero al final en esta carrera dependes de muchos factores que tú no controlas”.
“Creo que el objetivo tiene que ser estar entre los 15 primeros. Este año hay muchísimo nivel, aunque si es un Dakar de los que pasan cosas, puedo incluso optar a hacerlo mejor todavía”, ha añadido.
La campeona del mundo de trial ha asegurado que llega a la prueba en su “mejor momento”, por lo que su objetivo es “no fallar, mantener un ritmo constante y entrar entre los 15 mejores”.