Apenas una veintena de vueltas entre las dos sesiones fue el bagaje de la mayoría de pilotos debido a la lluvia incesante que cayó sobre Suzuka y el lento drenaje de la pista nipona, que impedía aprovechar las ventanas de tiempo seco por lo mucho que tardaba en secarse el trazado japonés. Pese a todo, si alguien recordará esta jornada en el circuito de Suzuka, será el español Carlos Sainz. El piloto madrileño de Toro Rosso se vio por primera vez en la cima de la tabla de tiempos en los primeros entrenamientos libres del día y en su debut en este trazado, en el que no había rodado en ninguna otra categoría.
Con un tiempo de 1:49.434 en los diez giros que pudo dar a la pista, Sainz se imponía al ruso Daniil Kvyat -luego el más rápido en la segunda tanda- y a los alemanes Nico Rosberg (Mercedes) y Sebastian Vettel (Ferrari) , en una lucha por el mejor registro en la última media hora de sesión, cuando pudieron montar neumáticos intermedios, después de haber comenzado con gomas de lluvia. “Mejor estar delante que detrás, pero son solo los libres 1”, comentaba el piloto madrileño, hijo del bicampeón mundial de rallys del mismo nombre. “Ha ido bien la sesión, bien en agua, hemos rodado lo que teníamos que rodar. Había que aprender”, agregaba en declaraciones a Antena 3.
El panorama tras esta lluviosa primera sesión mostraba que apenas doce monoplazas habían logrado marcar vuelta rápida, mientras que el resto apenas habían podido realizar algunos giros de reconocimiento. Los dos Lotus del venezolano Pastor Maldonado y el francés Jolyon Palmer apenas registraban una vuelta, igual que el Red Bull del australiano Daniel Ricciardo.
El español Fernando Alonso (McLaren) -en el día del décimo aniversario de su primer Mundial de Fórmula uno, conquistado el 25 de septiembre de 2005 en el Gran Premio de Brasil, en el circuito de Interlagos- apenas sumó cinco, una menos que su compañero británico Jenson Button, que sí logró marcar registro. La falta de rodaje de la primera vuelta provocó que la mayoría de pilotos optara por salir pronto en la segunda, con Kvyat de nuevo entre los más activos; seguido por Rosberg y el líder del Mundial, el británico Lewis Hamilton (Mercedes) , que fue sexto en la primera sesión.
Sin embargo, la lluvia no iba a dar mucho tiempo de margen, ya que pasada la primera media hora los equipos ya comenzaban a notificar a sus pilotos la inminente llegada de las precipitaciones, y en el ecuador de la sesión ya comenzaba a llover de forma intensa, quedando la mayoría de los planes de las escuderías en agua de borrajas. Parecía que el tiempo de Rosberg, de 1:48.300, seguido por Hamilton y Ricciardo, iba a ser el definitivo; pero el ruso Daniil Kvyat volvió a demostrar sus buenas sensaciones de esta jornada arrebatando el mejor registro por 23 milésimas ya con la lluvia sobre Suzuka. Su tiempo de 1:48.277 sería el definitivo, en una jornada con pocas opciones para más probaturas.
De esta forma, el líder del Mundial Hamilton sumaba apenas 14 vueltas en toda la jornada, Rosberg 22 y Vettel era uno de los que más conseguía rodar con 31. Alonso, con problemas de motor que le pueden conducir a un cambio de la unidad de potencia, cerraba el día con 15 giros en su haber, y Carlos Sainz con 16. “Sin condiciones consistentes, no es fácil comparar tu coche con otros”, reconocía Vettel tras la sesión. “Mañana será más complicado que nunca”, agregaba Rosberg, poniendo sobre el tapete la frustración de las escuderías, que tendrán que intentar hacer todas las pruebas previstas en los 60 minutos de entrenamientos libres de mañana que precederán a la sesión de clasificación.
Los pronósticos meteorológicos indican que tanto el sábado como el domingo el tiempo será claro y con bajas probabilidades de lluvia, luego las pruebas de hoy con el neumático mojado servirán para apenas nada. Por lo tanto, mañana se avecina mucho trabajo para los equipos en muy poco tiempo de pruebas antes de la clasificación.