“El Dakar será duro; me preparo para lo peor”

MADRID. Carlos Sainz, ganador del Dakar 2010, aseguró que va “a ganar” la próxima edición que comenzará el 2 de enero en Asunción y reconoció que se prepara “para lo peor” después de que el director deportivo Marc Coma la calificara como la más dura.

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“Solo sabemos lo que ha dicho Marc; los que le conocemos, sabemos que va a ser verdad. Estoy convencido de que va a querer poner su sello. El año pasado no tuvo tiempo. Si él ha dicho que será duro, me he preparado para lo peor”, explicó el piloto de Peugeot en una rueda de prensa en Madrid junto a su copiloto, Lucas Cruz.

Sainz afirmó que está “a tope” y dijo que va “a ganar”, en una prueba en la que, desde su tercer puesto en la general de 2011, ha contado sus últimas participaciones por abandonos, con distintos motivos y varios con serias opciones de lograr el triunfo final.

“Llegar segundo, tercero, cuarto o quinto me da exactamente igual. Una vez que has ganado la carrera, de qué te vale llegar segundo o tercero; lo que me hace ilusión es ganar el rally. Por supuesto, me hubiese hecho ilusión acabar estos años, pero he tenido algún golpe, alguna rotura. No me preocupa no tener en mi palmarés un tercer puesto en el Dakar desde el 2011 en absoluto”, dijo.

Sainz reconoció que, a sus 54 años, es “uno de los veteranos, si no es más” de los participantes, lo cual significa que se tiene que preparar “más que nadie” y tomárselo “muy en serio”, aunque recordó que el año pasado se sintió “cómodo” pese a la dureza.

“He sido tan privilegiado de poder dedicarme al mundial de rallyes; tuve la suerte de ganar el mundial dos años. Me hacía ilusión ser el primer español en ganar el Dakar, y tuve la suerte de conseguirlo. Siempre he dicho que el Dakar es un además de que me merecía el derecho a poder correr hasta que quisiese”, afirmó.

“Entiendo que la gente se pregunte qué hace Carlos Sainz corriendo el Dakar a su edad; la primera, mi mujer, que será la más feliz cuando decida correr. Creo que me he ganado el derecho a poder correrlo, aunque haya gente que no lo comparta”, concluyó.

Esta trigésima novena edición del Dakar, la quinta en el continente americano, partirá de Asunción (Paraguay) el 2 de enero y concluirá el 14 en Buenos Aires (Argentina), y recorrerá por primera vez Bolivia, con el día de descanso en su capital, La Paz. Una de las claves será la altitud en el altiplano boliviano.

“Competir a 4.500 metros como ya tuvimos ocasión el año pasado, y dormir a esa altitud es duro. Hay que tratar de aclimatarse, aunque por lo que he leído hasta cuando estás preparado nunca sabes cómo va a reaccionar el cuerpo. Más vale prevenir y estar lo mejor posible, y para eso nos hemos preparado”, explicó el bicampeón de rallys.

Carlos Sainz destacó el trabajo de Peugeot en solucionar los problemas de fiabilidad que provocaron su abandono el año pasado (por un problema en la carcasa de la caja de cambios), además de mejorar suspensiones y solventar con otras mejoras los cambios con el turbo obligados por la organización.

“El problema no es que nos hayan quitado un milímetro en la brida del turbo; el problema es que a uno de los competidores, que es Toyota, le han dado dos milímetros más; hay una diferencia de tres milímetros, cerca de 70 u 80 caballos respecto a la Baja Aragón”, explicó respecto a la prueba en la que se impuso el piloto catarí de Toyota, Nasser Al Attiyah, por apenas 19 segundos.

“Tratar de ganar el rally se complica, porque además Toyota se ha reforzado con Al Attiyah, Nani Roma y Giniel de Viliers, que es un piloto competitivo y suele jugar a lo seguro”, explicó Sainz, que también mencionó al equipo Mini, con el piloto finlandés Mikko Hirvonen y el argentino Orlando Terranova como principales representantes.

En esta edición del Dakar serán claves los way points (puntos de paso) escondidos, los lugares por los que deben pasar los pilotos, que según ha explicado el copiloto Lucas Cruz van a ser “más complicados” al estrecharse la distancia para validarlos (300 metros) y porque no tendrán la visión de la flecha en el GPS para saber por dónde lo han pasado.

“Va a haber momentos puntuales donde será más complicada la navegación. No sabremos nunca por qué lado lo hemos validado y no tendremos la visión de la flecha para calarlo bien”, explicó Cruz, que negó que ello vaya a provocar que vaya a ser un Dakar más lento en cuanto al ritmo de carrera.

Sainz explicó que a veces le dice a su copiloto que le frene si es necesario para la navegación. “El primero que no quiere parar es él, pero es un ejercicio de autocontrol por ambos. Por eso en el Dakar el copiloto es tan importante; te puede hacer ganar o perder, pues lleva el mando total de por dónde hay que ir”, explicó.

El ganador del Dakar 2010 y bicampeón del mundo de rallys comentó cómo durante la prueba se invierten los papeles con su hijo, el piloto del equipo Toro Rosso de Fórmula Uno.

“Durante todo el año yo voy a las carreras, le aconsejo, le pregunto (...) Y cuando llega el Dakar inconscientemente toma el papel que tengo yo durante el año y me pregunta qué ha pasado, por dónde he pasado, cómo será la etapa... Él se divierte, lo sigue y estoy convencido de que disfruta viéndome disfrutar”, dijo.

En la presentación participó Jorge Tomé, director de Peugeot España y Portugal, en la que destacó que el modelo 3008 con el que participarán Sainz y Cruz verá reforzado su aspecto comercial con su participación, en una escuadra Peugeot que cuenta con el vigente campeón, el francés Stephane Peterhansel.

“Vamos con fuerza al Dakar, con Carlos y Lucas, con Peterhansel, (Sebastien) Loeb y (Cyril) Després, con las mismas ambiciones y el objetivo de intentar cumplir los éxitos del año pasado”, dijo el representante de la marca francesa.

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