‘Checo’, que al ganar este año en Mónaco y en Singapur elevó a cuatro su número de victorias en la categoría reina, suma 280 puntos, 136 menos que Verstappen -que hace un mes se proclamó bicampeón al ganar en Suzuka el Gran Premio de Japón- y cinco más que Leclerc; en un Mundial en el que el inglés George Russell (Mercedes) es cuarto, con 231 unidades, y aún tiene posibilidades matemáticas de acabar subcampeón; aunque éstas son muy remotas.
En Sao Paulo arranca el último 'programa doble' de un Mundial que se clausurará un fin de semana después, en Yas Marina, circuito que albergará el Gran Premio de Abu Dabi; y en el que, con el título de constructores también decidido a favor de la escudería de 'Checo' y de 'Mad Max', lo principal que queda en juego son los subcampeonatos. En el caso del certamen por equipos se decidirá entre Ferrari y Mercedes: de momento con ventaja de 40 puntos para la 'Scuderia'.
El penúltimo Gran Premio del año, que lleva el nombre de la ciudad más poblada de Brasil, se disputará en el Autódromo José Carlos Pace, una pista de 4.309 metros y 15 curvas -de ellas 10 a la izquierda- a la que el domingo está previsto dar 71 vueltas, en sentido inverso al de las agujas del reloj, para completar un recorrido de 308,5 kilómetros.
La prueba brasileña, en la que en seco se rodará con neumáticos de compuestos de la gama intermedia -los C2 (duros, reconocibles por la raya blanca), C3 (medios, raya amarilla) y C4 (blandos, roja)- será la tercera y última del año, después del Gran Premio de la Emilia-Romagna, en Imola (Italia), y del Gran Premio de Austria, en el Red Bull Ring de Spielberg, en la que la calificación se decidirá a través de una prueba sprint (sobre un tercio del recorrido de la carrera dominical).
Este viernes se disputarán el primer entrenamiento libre y la "pre-calificación", de forma habitual -con tres rondas eliminatorias-, que ordenará la formación de salida de la prueba sprint del sábado, que se disputará horas después del segundo y esta vez último ensayo.
La prueba reducida no sólo definirá la parrilla de la carrera del domingo, sino que repartirá puntos entre los primeros ocho: el primero sumará 8, el segundo, 7; y así sucesivamente hasta el octavo, que añadirá uno a su cuenta personal. En un Gran Premio del que intentarán extraer lo máximo posible los dos españoles: el doble campeón mundial asturiano Fernando Alonso (Alpine), 32 veces victorioso en la F1, y el madrileño Carlos Sainz (Ferrari), que este año firmó su primer triunfo en la categoría reina al ganar en la mítica Silverstone (Inglaterra) el Gran Premio de Gran Bretaña.
Sainz, de 28 años, que este año suma ocho podios, viene de acabar quinto en México -donde Verstappen batió el récord de triunfos en un mismo curso, elevándolo a 14; y 'Checo' acabó tercero- y es sexto en el Mundial. Con 212 puntos, cuatro menos que el séptuple campeón mundial inglés Lewis Hamilton (Mercedes), que acaba de ser nombrado Ciudadano de Honor de Brasil.
Sir Lewis fue distinguido en un acto que tuvo lugar el martes en la Cámara de los Diputados y tras el cuál dedicó "el honor a Ayrton Senna -que ganó tres mundiales para Brasil antes de morir accidentado durante el Gran Premio de San Marino de 1994, en Imola-, a sus familiares, a sus amigos y a sus fans".
Sainz aspira a acabar el Mundial por delante del excéntrico y espectacular campeón de Stevenage y tampoco debe descartar superar en la general final al otro Mercedes, el de Russell, que lo aventaja en 19 puntos.
Alonso, de 41, que festejó sus dos títulos mundiales (2005 y 2006, con Renault) precisamente en este circuito, es noveno, con 71 unidades, en un Mundial en el que su Alpine lo volvió a dejar 'tirado' por enésima vez (el ovetense podría llevar fácilmente el doble de los puntos que acumula) en México, hace dos domingos.
El genial piloto asturiano correrá por decimonovena vez en la pista en la que nunca ganó pero en la que ha sumado ocho de los 98 podios que cuenta en la división de honor del automovilismo; y donde acabó tres veces segundo.
En Interlagos, Sainz logró, en 2019 y con un McLaren, el primero de sus catorce podios en la F1. El año pasado, el talentoso piloto madrileño acabó sexto una carrera en la que Fernando fue noveno y 'Checo' -que cuenta 25 'cajones' en la categoría reina-, cuarto.
En Brasil nadie ha ganado tantas veces como el cuádruple campeón mundial francés Alain Prost, que hizo sonar en seis ocasiones la Marsellesa, aunque en cinco de ellas lo hizo en Jacarepagua, el circuito de Rio de Janeiro: en el que se corrió por última vez en 1989.
De entre los activos, los más victoriosos son Hamilton -que el año pasado festejó su tercera victoria en Interlagos, después de las que logró en 2016 y 2018- y el tetracampeón alemán Sebastian Vettel (Aston Martin), que se retira dentro de diez días y que subió a lo más alto del podio en Sao Paulo en 2010 y 2013 (con Red Bull) y 2017 (con Ferrari).
Alonso, que de no haber perdido esos casi 70 puntos por la falta de fiabilidad del Alpine iría claramente por delante de su compañero, el francés Esteban Ocon -que lo supera en 11unidades-, aún espera poder rebasarlo en el tramo final del campeonato.
Para ello, el genio astur espera aprovecharse de las condiciones meteorológicas "variables" que, según él, se podrían encontrar tanto "en la calificación, en el sprint y en la carrera". El botín de puntos será mayor en Sao Paulo, donde Alpine deberá defender -o incluso fortalecer- el cuarto puesto en el Mundial de constructores, en el que aventaja en siete puntos (153-146) a McLaren.
Aunque, sin jugarse nada, pero dada su condición de superdepredador, nadie debe dudar de que Verstappen, ganador de las dos pruebas sprint disputadas esta campaña, saldrá a engrosar su propio récord y a por su decimoquinta victoria de la temporada en Interlagos.