De los candidatos a la victoria, solo el galo, junto a su copiloto, el belga Fabian Lurquin, supieron responder al dominio del catarí en un primer día de competición real en el que el sexto punto de control, a los 280 kilómetros de los 334 cronometrados, causó estragos primero en motos y más tarde en coches.
El sudafricano Giniel de Villiers (Toyota) acabó tercero la etapa a 32 minutos y 43 segundos de su compañero Al-Attiyah.
Con estos tres pilotos ya en meta, Sainz y Cruz siguen perdidos intentando encontrar el punto de control y podrían perder más de dos horas en la segunda jornada. Mal día para Audi ya que que su compañero, el francés Stéphane Peterhansel, dijo adiós a todas sus opciones tras romper la suspensión trasera del coche en el kilómetro 153.