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Si bien ya el día viernes Augusto Bestard (VW Polo GTI R4) se aseguraba su consagración, considerando los inconvenientes y pérdida de mucho tiempo que sufrió Diego Domínguez Bejarano (Hyundai i20 R5), su único rival por el campeonato, el sábado se cerraba la novena y última fecha del Súper Campeonato de dos temporadas.
En los últimos dos años, Bestard mostró cambios en su nivel de manejo, una superación importante, buena complementación con su navegante José Díaz y principalmente logró sacarle el mayor provecho a su VW Polo GTI R5, que en el 2022 le permitirá lucir el N° 1 al costado de su auto.
El Rally Trans-Itapúa fue una carrera dura, distinta en su formato, pero atractiva de principio a fin, en la que Diego Domínguez tenía las de ganar, pero como es regla en el automovilismo, primero hay que cruzar la meta para confirmar el triunfo.
Diego padre no pudo cerrar la penúltima especial y fue Gustavo Saba (VW Polo GTI R5), quien desde la séptima posición remontó y se quedó con la victoria, por delante justamente del flamante campeón Bestard y del Toyota Etios tripulado por Alejandro Galanti y Marcelo Toyotoshi.
Solo nueve tripulaciones lograron cerrar la competencia en lo que fue la despedida del certamen. En la cuarta posición, y con el triunfo en la Clase RC2B, quedaron Fabrizio Galanti con Tadeo Carrasco (Toyota Etios), mientras que el quinto puesto de la clasificación fue para otro ganador de Clase, Walter Solalinde, quien junto a Germán Maune se impuso en la RC2N con el Mitsubishi Lancer EVO X.
La definición del campeonato en la general llegó recién en la última fecha, pero en las Clases los títulos ya tenía nombres y apellidos antes de ir a la última carrera en Encarnación.
En la RC2A, Augusto Bestard ya era campeón anticipado, misma situación para Agustín Alonso en la RC2B y Nicolás Tómboly en la RC2N.