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La lluvia impidió que se rodara en el citado circuito y se resolvió con dos vueltas detrás del coche de seguridad, para poder hacer una clasificación y repartir, al menos, la mitad de los puntos: en una prueba en la que fue declarado ganador el holandés Max Verstappen (Red Bull), por delante de los ingleses George Russell (Williams) y Lewis Hamilton (Mercedes); que habían acabado en ese orden la calificación del sábado.
“Este año el Gran Premio de Bélgica presentó unos retos extraordinarios al Mundial de F1. La ventana predicha por los meteorólogos no apareció durante el día; y hubo una ventana en la que podíamos intentar empezar la carrera, pero las condiciones meteorológicas se deterioraron rápidamente “, explicó Todt en su escrito, hecho público en las redes sociales.
“Como resultado, debido a la falta de visibilidad provocada por las salpicaduras de agua de los coches de F1, no pudimos competir en una carrera completa en condiciones de seguridad aceptables para los pilotos, los comisarios y también los valientes espectadores que esperaron pacientemente en la lluvia. Lo siento mucho por ellos. Esto lo han reconocido así todas las partes implicadas”, indicó Todt.
“Los Comisarios de la FIA actuaron sobre la base de las disposiciones del Código Deportivo Internacional vigente y lo aplicaron correctamente. Detuvieron la competición para tener más tiempo y, por lo tanto, más posibilidades de ofrecerles a los aficionados una carrera de F1”, dijo el presidente de la FIA.
“La carrera, sin embargo, no se pudo reiniciar después de las vueltas detrás del ‘safety car’ y el reglamento se aplicó correctamente. Quiero felicitar al equipo de la FIA y a todo el mundo por ello”, añadió Todt, que se plantea una reforma del reglamento, para que en un futuro no se repartan más puntos a los pilotos cuando la carrera nunca haya podido arrancar.