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Sanz (Corbera de Llobregat, 1985) ha acabado situada, en las diez ocasiones que ha corrido el Dakar, como la primera mujer en la clasificación general de motos.
Este año afronta, de nuevo, el rally más exigente del mundo al mando de una motocicleta KTM y vistiendo los colores del equipo GasGas Racing Factory.
–¿Cómo te encuentras?
–No estoy en el estado que me gustaría antes de correr un Dakar aunque, dentro de lo que cabe, muy contenta por encontrarme mejor. He pasado meses muy complicados, es un proceso lento y una enfermedad muy difícil de eliminar.
–¿Qué objetivo te pones de cara a este Dakar?
–Normalmente sería hacer un top 15 pero, este año, la verdad es que mi objetivo es terminar contenta el Dakar. Tengo la intención de cuidarme mucho y no pienso en un resultado concreto.
–¿La covid-19 afectará mucho en la organización?
–Estaremos en una burbuja y creo todo estará muy controlado porque nos harán pruebas PCR antes de entrar en el vivac. Lo bueno es que es un deporte que puedes mantener bastante la distancia.
–¿Qué novedades habrá en la ruta del 2021?
–El año pasado fue un recorrido muy rápido y muy recto porque nadie conocía mucho el terreno. Esta vez habrá más navegación, será más lento y más técnico. Todo esto hará que pasen más cosas y que sea un Dakar más interesante.
–¿Cuáles son los principales cambios en el reglamento de la prueba?
–Tendremos limitados los cambios de neumáticos y de pistón, cosa que obligará a cuidar mucho más a la moto. Es algo que me puede beneficiar dada mi experiencia y mi estilo de conducción.