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Los aficionados que accedieron ayer al sector norte se sorprendieron de la suciedad que imperaba en el sector. La dejadez ya se apreciaba en los accesos, basura por todas parte,s en las gradas y el pasillo ubicado frente a los sanitarios.
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Y es una vergüenza ir y pagar por estar en un ambiente insalubre. Esa situación también se apreciaba en las gradas, donde los banquillos sucios recibieron a los aficionados.
No había otra que limpiar los bancos o sentarse sobre la suciedad. Muchos se ingeniaban e intentaban retirar o limpiar con las manos la mugre. Otros sacaban sus pañuelos o cualquier hoja para retirar la suciedad y ocupar los lugares.
El responsable de esta situación es el presidente de la APF, Robert Harrison, que por lo visto ni se dignó a salir de su oficina y dar una vuelta por las gradas para verificar si estaban en condiciones para recibir a los aficionados, que seguramente habrán hecho un gran esfuerzo para estar en familia alentando a la Albirroja. Por vergüenza y delicadeza,
Harrison, debería pedir perdón a los aficionados por semejante trato recibido la tarde noche en el Defensores del Chaco. Y sobre todo prometer que nunca más ocurrirá porque al final de la cuenta son los aficionados al fútbol quienes dan vida a este deporte.