El tribunal central de Seúl condenó a los acusados a pagar dos millones de wones cada uno (1.400 euros, 1.725 dólares).
Las imágenes filmadas por un monje mostraban a ochos compañeros apostando miles de dólares en una habitación de hotel del condado de Jangseong (sur) el pasado mes de abril.
Los juegos de dinero son ilegales en Corea del Sur, aparte de ciertas zonas francas como los casinos para turistas extranjeros.
Los seis miembros del comité ejecutivo de la orden de Jogye a la que pertenecen los monjes han dimitido. La orden reivindica 10 millones de miembros en Corea del Sur, país con 50 millones de habitantes.