El animal, que aún no tiene un nombre asignado, está perfectamente sano pese a su falta de pigmentación, posee un pelaje níveo, frente al habitual marrón o grisáceo de este tipo de marsupiales, y los ojos y el morro de color rosa claro.
El portavoz del parque zoológico, Jochen Reiter, explicó en una rueda de prensa que supuso una “enorme sorpresa” ver que del marsupio de su madre asomaba un canguro albino, algo que dejó a los cuidadores del centro “perplejos”.
También se quedaron extrañados los congéneres del canguro albino, y Reiter estimó que precisarán algún tiempo para acostumbrarse a la compañía del nuevo inquilino blanco del zoo.
La organización del parque está ahora buscando un nombre adecuado para el pequeño canguro, del que queda pendiente aún por determinar el género.