Por lo menos cinco acuarios del país asiático reclaman su presencia
Famoso por no haber fallado ninguno de sus pronósticos en el mundial sudafricano, el pulpo es el nuevo ídolo pop de la sociedad china, algo de lo que muchas personas en el mundo de los negocios esperan sacar provecho ya sea con el talento natural del octópodo o con su imagen. Es así como cinco acuarios de cuatro de las principales ciudades de China -Shanghái, Shenzhen, Dalian y Hangzhou - han invitado al pulpo Paul a una gira por cada uno de ellos, informó el diario oficial Huashang Daily.
Las conversaciones entre los acuarios chinos y el alemán de Oberhausen, en donde vive el cefalópodo, vienen dándose con normalidad, señala el rotativo. "Los alemanes son conocidos por ser estrictos, dejando de lado latitudes, altitudes y temperaturas, también han solicitado información con detalles sobre la cantidad de visitantes, precio de las entradas y fotografías de las instalaciones de los cinco acuarios", afirma un reportero del diario oficial.
Ante la posibilidad de que el pulpo Paul no pueda viajar a China, una agencia de viajes en Guangzhou ha preparado un peregrinaje futbolero de 10 días a Europa, con un paquete turístico que consiste en visitar los tres países europeos que llegaron a las semifinales y terminar con la visita al cefalópodo en el acuario alemán. El tour tiene un precio de 2.316 dólares.
En Shanghái, la Red Internacional de Desarrollo en Información (DEVNET, por sus siglas en inglés) que participa en la Exposición Universal, creó el pasado lunes un sello con el pulpo Paúl, y desde entonces las visitas han aumentado en un 30 por ciento.
En Taobao, una de las web de venta por internet más famosas de China, los tentáculos del pulpo alcanzan desde productos como camisetas y ratones para computadoras que llevan su imagen, hasta chistes que circulan por la web. Uno de ellos es que un fanático de fútbol chino coloca la bandera nacional china en dos jarros de los cuales el pulpo debe escoger la comida, el molusco rechaza toda la comida y muere de inanición, un comentario sobre la mala calidad de la comida en el país asiático.
Famoso por no haber fallado ninguno de sus pronósticos en el mundial sudafricano, el pulpo es el nuevo ídolo pop de la sociedad china, algo de lo que muchas personas en el mundo de los negocios esperan sacar provecho ya sea con el talento natural del octópodo o con su imagen. Es así como cinco acuarios de cuatro de las principales ciudades de China -Shanghái, Shenzhen, Dalian y Hangzhou - han invitado al pulpo Paul a una gira por cada uno de ellos, informó el diario oficial Huashang Daily.
Las conversaciones entre los acuarios chinos y el alemán de Oberhausen, en donde vive el cefalópodo, vienen dándose con normalidad, señala el rotativo. "Los alemanes son conocidos por ser estrictos, dejando de lado latitudes, altitudes y temperaturas, también han solicitado información con detalles sobre la cantidad de visitantes, precio de las entradas y fotografías de las instalaciones de los cinco acuarios", afirma un reportero del diario oficial.
Ante la posibilidad de que el pulpo Paul no pueda viajar a China, una agencia de viajes en Guangzhou ha preparado un peregrinaje futbolero de 10 días a Europa, con un paquete turístico que consiste en visitar los tres países europeos que llegaron a las semifinales y terminar con la visita al cefalópodo en el acuario alemán. El tour tiene un precio de 2.316 dólares.
En Shanghái, la Red Internacional de Desarrollo en Información (DEVNET, por sus siglas en inglés) que participa en la Exposición Universal, creó el pasado lunes un sello con el pulpo Paúl, y desde entonces las visitas han aumentado en un 30 por ciento.
En Taobao, una de las web de venta por internet más famosas de China, los tentáculos del pulpo alcanzan desde productos como camisetas y ratones para computadoras que llevan su imagen, hasta chistes que circulan por la web. Uno de ellos es que un fanático de fútbol chino coloca la bandera nacional china en dos jarros de los cuales el pulpo debe escoger la comida, el molusco rechaza toda la comida y muere de inanición, un comentario sobre la mala calidad de la comida en el país asiático.