Lolong, como fue bautizado por sus captores, es responsable de varios ataques mortales y mide cerca de 6,17 metros, con un peso aproximado de una tonelada.
El reptil ya era una estrella antes de ser reconocido con el récord al ser una de las atracciones más conocidas de la ciudad de Bunawan, en el sur de Filipinas, donde habita en un parque natural.
Más de 100 personas fueron necesarias para capturar y sacar del agua a este espécimen en una caza que se prolongó tres semanas.
Una vez en tierra firme, el cocodrilo fue transportado en grúa hasta su nuevo hogar.
Hasta hoy el récord lo poseía un ejemplar australiano de 5,48 metros de longitud.
Los cocodrilos de agua salada son los reptiles más grandes del mundo y habitan en las zonas pantanosas del sudeste asiático y en el norte de Australia