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El trafico incesante de los camiones transportadores de ganados hacen que colapsen las calles aledañas, tal es que el día de ayer una ambulancia no pudo atravesar por el cierre total de una de las calles por los camiones de gran porte.
A esto se suma el fétido olor que generan los excrementos de los animales que dejan caer a lo largo de las calles adyacentes. También los olores desagradables que emanan del frigorífico (amoniacos).
Los vecinos reunidos en la coordinadora de Comisiones Vecinales Ojoykerepa del cual soy presidente estamos organizando medias extremas para llamar la atención de las autoridades nacionales y municipales.
Gente con problemas respiratorios son los que más sufren por la polución de polvos y fétidos olores generados por los camiones transportadores de ganado, más el olor a amoniaco emanado de la fábrica.
La municipalidad tiene todo los antecedentes del caso y no se atreven a tomar medidas porque están en juego intereses económicos que de alguna manera compran la consciencia de las autoridades municipales actuales. Una vez más los intereses económicos de un grupo corporativo se anteponen a los intereses generales de la población.
Javier Pérez