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La vibración del vehículo producida por la alta velocidad causó que los vidrios de la puerta delantera comenzaran a romperse y caer encima de una pasajera.
El denunciante se percató de que el vidrio era común y no inastillable, como lo exige la ley. El vidrio pudo haber causado cortes a la mujer, pero ni siquiera así el chofer detuvo la marcha. Más tarde se detuvo solamente porque el motor se averió.
Otro tema es que el chofer no entregaba boletos. Desde que subí, jamás entregó una sola boleta, por lo que si ese viaje terminaba en desgracia, me pregunto: ¿con qué elementos se haría responsable la empresa de todos sus accidentados?.
Wilfrido Pérez López