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El bus cuenta con un parabrisas improvisado (del lado del conductor) de una especie de plástico, un material ultra resistente, con una abertura de más o menos 20 x 10 cm.
Aparentemente este agujero permite al chofer visualizar “lo necesario” durante el viaje, para tranquilidad y seguridad de los pasajeros.
Una verdadera burla.
Héctor Rolón