El virus se ha asociado hasta ahora con casos de microcefalia y daños cerebrales en los niños cuando se contagia una mujer embarazada.
Un grupo de científicos de la ciudad brasileña de Recife, uno de los puntos centrales de la actual epidemia de zika, han divulgado el caso de siete recién nacidos con infecciones congénitas, presumiblemente causadas por ese virus, que sufren artrogriposis.
Ese síndrome clínico, poco común, provoca deformidades en las articulaciones de las piernas y los brazos, así como debilidad muscular.
Los investigadores, que presentan en su trabajo un análisis de la estructura muscular de los niños, junto con escáneres cerebrales, sugieren que la artrogriposis tiene “posiblemente un origen neurogénico”.
Los científicos creen que esa condición está relacionada con el modo en el que las neuronas motoras transmiten las señales hacia los músculos durante el desarrollo del feto.
El actual brote de zika, que comenzó a extenderse desde Brasil el año pasado, está considerado una emergencia de salud global por la Organización Mundial de la Salud (OMS).