El último reporte de la actividad volcánica registró una disminución de la expulsión de gases y ceniza.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dio la primera alerta en su cuenta de Twitter al informar que “hizo erupción volcán Nevado del Ruiz”.
De inmediato se emitió una alerta roja en los alrededores del volcán, emplazado entre los departamentos (provincias) de Caldas y Tolima, donde pervive el recuerdo de la tragedia que provocó otra erupción en 1985 que causó la muerte de más de 30.000 personas.
El director de la estatal Oficina de Gestión del Riesgo, Carlos Iván Márquez, lanzó un mensaje de tranquilidad a la población asegurando que la erupción “no es muy fuerte” y que tampoco se ha reportado la expulsión de lava.
En un siguiente reporte, Márquez señaló que “el comportamiento del volcán tiende a hacer una disminución en la salida de gases y de material” (cenizas) y que el caudal de los ríos aledaños se encuentra en niveles normales, aunque aclaró que la alerta roja permanece.
La erupción ocurrió hacia las 17:40 locales (22:40 GMT, 18:40 hora paraguaya) motivando el inicio del plan de prevención previsto en 10 km a la redonda del volcán.
Las tareas de evacuación fueron activadas en 18 municipios (14 del departamento de Tolima y 4 del de Caldas) para alejar a unas 1.800 familias del volcán y de los ríos aledaños, precisó Márquez.
El Nevado del Ruiz, de unos 5.300 metros sobre el nivel del mar, llegó a emitir una columna de ceniza de entre 8 y 10 metros de altura. Ante esta situación fueron cerrados tres aeropuertos de ciudades de esta región, conocida como el Eje Cafetero: Manizales, Pereira y Armenia, capitales de los departamentos de Caldas, Risaralda y Quindío, respectivamente
Sin embargo, Márquez recalcó que “hasta el momento no tenemos reportes de afectaciones” a habitantes.
El volcán ya se encontraba una alerta naranja desde el 29 de mayo por emisiones constantes de ceniza.
El 13 de noviembre de 1985 el Nevado del Ruiz entró en erupción y ocasionó un deshielo del cráter Arenas, lo que a su vez provocó el crecimiento del río Gualí que, desbordado, arrasó con la población de Armero (Tolima), provocando la muerte de cerca de 20.000 de sus 29.000 habitantes y de 3.000 personas de poblaciones aledañas.