Según los investigadores del IBE, que contaron con la financiación de la National Geographic Society y de la Unión Europea, esta ruta es común en muchos pájaros, pero es el primer caso donde se demuestra que una mariposa es capaz de hacer lo mismo que las aves.
La Vanessa cardui es un insecto que cada año realiza un viaje entre Europa y África de ida y vuelta y los biólogos ya sabían que esta mariposa desaparecía de Europa en otoño y se pensaba que se establecía en el norte de África para pasar el invierno.
Ahora, gracias a las expediciones de campo en África de los científicos del IBE -un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad Pompeu Fabra- y de la Universidad de Harvard se ha demostrado que, pese a su apariencia frágil, puede llegar hasta la sabana tropical africana haciendo un viaje de 4.000 kilómetros atravesando montañas, el Mediterráneo y el desierto.
Los científicos, que han publicado su descubrimiento en la revista Biological Journal of the Linnean Society, comprobaron que, además de aguantar temperaturas extremas, esta mariposa puede orientarse mientras vuela a gran altura.
Gerard Talavera y Roger Vila, los investigadores a cargo del estudio, pasaron un otoño entero recorriendo países como Senegal, Benín, Chad y Etiopía buscando ejemplares de esta especie. Durante esta expedición observaron una migración masiva de miles de estas mariposas en dirección sur en el Sahel.
En Benín, en un solo campo en el cauce del río Níger, encontraron más de 20.000 mariposas que salían de las crisálidas, lo que supone un rango migratorio anual de la especie del doble de lo que se creía hasta ahora.
“El caso de la migración de la Vanessa cardui es único entre todos los insectos. Es la especie de mariposa con una distribución más cosmopolita y realiza circuitos migratorios por todo el mundo que nos son prácticamente desconocidos”, explicó Talavera.
“Sus habilidades dispersivas son impresionantes. Las migraciones entre África y Europa que ahora conocemos son sólo la punta del iceberg de entre todas las migraciones que seguramente es capaz de hacer en otras partes del mundo”, según el investigador.
Roger Vila señaló que “es un fenómeno conocido y bien estudiado que algunos pájaros migran entre Europa y África tropical. Ahora hemos podido demostrar que al menos esta especie de mariposa también es capaz de hacer un viaje tan extremo”.
“Para estudiarlas en África, a menudo cruzábamos el desierto del Sahara en avión y recuerdo que, mirando la inmensidad de arena de miles de kilómetros cuadrados desde la ventanilla, pensaba que estábamos intentando demostrar algo prácticamente imposible”, confesó Vila.