La Clínica Corachan, la empresa MJN Neuroserveis y el Mobile World Capital (MWC) han desarrollado un audífono que mide las ondas eléctricas cerebrales y avisa minutos antes de la posibilidad de que se origine una crisis epiléptica para que el paciente pueda prepararse.
El director del ensayo clínico que ha probado con éxito este nuevo avance tecnológico y director del Servicio de Pediatría de la Clínica Corachán, Adrián Trejo, ha explicado que la prueba efectuada con 23 pacientes epilépticos de toda España ha demostrado “que el audífono mide las mismas ondas del inicio de la crisis de epilepsia que el electroencefalograma”, que es el procedimiento que usan los hospitales para detectar las crisis epilépticas.
Para conseguirlo han desarrollado unos algoritmos sobre la señal eléctrica del cerebro que se recoge para “poder anticipar estas crisis”.
A través de este análisis de los datos y las señales recibidas, se puede realizar “una evaluación continua del riesgo de crisis para determinar cuándo es bajo, medio o alto”.
Esta es en sí misma una de las grandes diferencias sobre otros dispositivos en el mercado, que son más unas herramientas de registro y no de aviso previo.
Trejo ha asegurado que el audífono conectado al cerebro, en cuyo desarrollo también ha participado la Universidad de Girona, reconoce las variaciones de ondas y el inicio de una posible crisis epiléptica unos minutos antes de que se haga visible y avisa al paciente a través del teléfono móvil para que pueda prepararse.
El director de la empresa MJN Neuroserveis, que ha desarrollado la tecnología del audífono, David Blánquez, ha anunciado que prevé que el dispositivo salga a la venta en enero a un precio de 1.700 euros, aunque continuarán con el ensayo clínico para recoger más datos y perfeccionar la tecnología.
La epilepsia es una enfermedad del sistema nervioso causada por un desequilibrio en la actividad eléctrica del cerebro que puede derivarse de muchas causas como dificultades en el parto o un traumatismo.
El 30% de los casos estudiados en el ensayo han sido de epilepsias generales, en los que los episodios afectan a más de un punto del cerebro, y en el 70% restante se ha tratado de epilepsias focales, y en este caso las crisis afectan a un punto cerebral concreto y es más fácil detectar el episodio.
Según Adrián Trejo, hay intención de ampliar el ensayo con niños para poder adaptar la tecnología a los más pequeños, ya que las ondas eléctricas que reciben los dispositivos durante la crisis de un niño es significativamente diferente a la de un adulto.
En algunos casos han observado que es necesario incluir más información del paciente en el algoritmo del dispositivo con tal de que el auricular funcione correctamente.
El proyecto también desarrollará un conjunto de información sobre personas que sufren epilepsia, que se utilizará en el futuro como recurso para desarrollar estudios u otros proyectos relacionados con la epilepsia.
El proyecto ganó el programa de impacto social del MWC de Barcelona y el ensayo que se desarrolló a raíz de la propuesta dio pie a la creación de la Unidad de Epilepsia de la clínica.