Un equipo del centro estadounidense Gladstones Institutes, encabezado por Li Gan, descubrió que el medicamento “revierte la disfunción relacionada con la proteína tau (que se asocia a esas dos enfermedades) en un modelo animal de demencia frontotemporal”.
En su experimento con ratones, los científicos hallaron que el salsalato “previno la acumulación de tau en el cerebro y protegió contra unas discapacidades cognitivas parecidas a las que se aprecian en el caso del mal de Alzheimer y la demencia frontotemporal”.
Según explican en la revista, el salsalato inhibe la acetilación de la proteína tau, un proceso que la convierte en más tóxica y que induce los procesos neurodegenerativos y los déficits cognitivos. La administración del fármaco rebajó los niveles de tau en el cerebro de los ratones, “rescatando los daños a la memoria y protegiendo contra la atrofia del hipocampo”.
“Por primera vez, hemos identificado un enfoque farmacológico que revierte todos los aspectos de la toxicidad de tau”, asegura Gan. “Los efectos protectores del salsalato se produjeron a pesar de que se administró cuando la enfermedad ya había aparecido, lo cual indica que podría ser una opción eficaz de tratamiento”, dijo.
Aunque la comunidad científica investiga desde hace tiempo el papel de la proteína tau en la demencia, todavía se sabe poco del proceso por el que se acumula en el cerebro, causando la toxicidad que lleva a la enfermedad. “Tratar la acetilación de tau podría ser una nueva estrategia terapéutica contra las patologías tau de los humanos, como el mal de Alzheimer y la demencia frontotemporal”, señala Eric Verdin, otro de los autores del estudio.